"He rezado por España"
Aznar rezó por España ante el Santo Sepulcro, la reliquia más preciada de las confesiones cristianas en Jerusalén. Así lo confesó ante los frailes franciscanos encargados de la custodia de los Santos Lugares, que le ofrecieron a las 7.30 una misa junto a la tumba que, según la tradición, albergó los restos de Cristo.En la pequeña oquedad junto al sepulcro sólo cabían, además del oficiante -el burgalés Cástor García-, Aznar y su esposa, Ana Botella, y los diputados Miguel Ángel Cortés y Javier Rupérez.
Aznar recibió luego la cruz de oro de León XIII, una condecoración vaticana para peregrinos católicos, que no se concedía a un español hace 10 años. Como la concesión la encomendó el Vaticano a los custodios de Tierra Santa y el convento de los franciscanos de Jerusalén dista mucho de la riqueza de Roma, el receptor de la condecoración debe pagar el coste de la misma y entregar un óbolo, según un folleto explicativo.
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