Todo un año para una semana
Madrid dobla, con 51 procesiones, el número de marchas respecto a 1994
"La Semana Santa en Madrid es una tradición que, lejos de perderse, aumenta cada año". Lo dice José María Carnero, secretario del Consejo de Cofradías de la Villa de Madrid, y lo corrobora el número de procesiones que desfilarán este año por las calles de Madrid: 51, según datos del Ayuntamiento; es decir, justo el doble que el año pasado. Y eso, a pesar de que ninguna hermandad cuenta con ayuda económica oficial y del millón de pesetas que, implica poner una cofradía en la calle. Por parte del Ayuntamiento corre el gasto de los carteles que anuncian estas fiestas, la organización del tráfico y la seguridad.Organizar y tener todo a punto para que nada falle en estos desfiles significa un año de trabajo para el consejo de cofradías y hermandades. Los miembros de este organismo, en el que están representadas las 14 cofradías más importantes de la capital y que tiene su sede en el obispado, se reúnen durante todo el año una vez al mes: aprueban los nuevos recorridos (que luego debe ratiricar el Ayuntamiento) y procuran que no haya problemas entre ellas a la hora de repartirse las calles y las horas.
Según explica Carnero, no caben discusiones en este punto. "Principalmente respetamos la tradición. Si una hermandad lleva 50 años con un recorrido que demanda otra, el privilegio lo tiene la más antigua", explica.
También las hermandades trabajan el año entero para que todo esté a punto cuando la cruz de guía y los nazarenos salgan de la parroquia a1a calle. Es en ese preciso instante cuando la hermandad se constituye en cofradía, siempre previo consentimiento del hermano mayor.
Pasar de hermandad a cofradía cuesta entre 800.000 pesetas y dos millones, que proceden de donaciones, cuotas, loterías, actividades y aportaciones extraordinarias que llegan de vez en cuando. Con eso hay que pagar el vestuario de los cofrades, la cera que adorna las imágenes y las flores, uno de los capítulos más costosos en cualquier procesión.
Pero, sin duda, el mayor pico se lo llevan las b andas de música. "Lo ideal es ir acompañados por bandas del Ejército, pero eso implica: pagar 600.000 pesetas. En. Madrid sólo hay dos procesiones que llevan banda del Ejército", explica Carnero. El resto sale con bandas de cornetas y tambores, que cuestan unas 100.000 pesetas. Y hay otras que no pueden llegar ni a eso.
El recorrido medio de las procesiones es de dos a cuatro kilómetros, aunque este año la más larga será la del Divino Cautivo, el Viernes Santo, que recorrerá algo más de nueve kilómetros.
Eso explica que muchos de los miembros de una hermandad, los más mayores, no salgan en procesión. "Las hermandades tienen unos trescientos miembros, de los que sólo salen en procesión la mitad", dicen en el consejo.
Uno de los rasgos que definen la Semana Santa de Madrid es que se dan todos los estilos. Hay procesiones de estilo sevillano: aquellas en que la imagen es portada por costaleros que no están a la vista del público, como las de la Macarena, la de Jesús del Gran Poder y la del Cristo de la Fe y el Perdón, que además es la cofradía más joven de todas (lleva cuatro años desfilando).
De estilo malagueño está Jesús el Pobre: la imagen es llevada por costaleros que están a la vista. Un ejemplo de estilo castellano, al que caracteriza. su seriedad, sería la procesión del Cristo de Medinaceli o la de Nuestra Señora de los Siete Dolores:, que también es la más antigua de Madrid: este año celebra su quinto centenario.
El alcalde, José María Álvarez del Manzano, saldrá en procesión con el Cristo de Medinaceli, la que más público arrastra: puede llegar al medio millón de personas. La concejal de Centro, María Antonia Suárez, saldrá con el Santo Entierro, y Ángel Larroca, concejal de Salamanca, acompañará al Divino Cautivo.
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