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Entrevista:ROBERT CLERGERIE DISEÑADOR

"La elegancia es siempre discreta"

Amelia Castilla

Cuando mira a una mujer se fija en la cara, los zapatos y el culo. Robert Clergerie, diseñador de zapatos de 60 años, casado, con tres hijos y tres nietos, no cree a los que dicen que la elegancia empieza por los pies. "Los zapatos son para andar, no para mirar; luego, si son hermosos mejor", asegura este diseñador francés cuya marca de firma es que va dirigido a la mujer, pero tiene cultura masculina. En su fábrica. de Romans se realizan 1.000 pares diarios y, tiene tiendas en Europa, Japón y Estados Unidos.Combina su traje de corte moderno con unos botines negros y una camiseta del mismo color. De sus padres, propietarios de una delicatessen parisiense, aprendió que no. es bueno compartir el trabajo con la señora. Vive en Romans, un pueblo del sur de Francia de 35.000 habitantes, donde también. tienen fijada su residencia Stefan Kelian y Charles Jourdan. La vida en Romans es la típica de un pueblo. Todos se conocen y "hay mucho cotilleo", dice Clergerie, quien reconoce que no habla de trabajo con la competencia. "No sólo vendemos zapatos, vendemos ideas, y lo que nos diferencia a unos de otros es el diseño".

Fuera de su trabajo, Clergerie no tiene hobbies. El cree que eso tiene relación con que empezó con este trabajo muy tarde. Antes fue fundidor en una empresa de Mexico, DF, y participó como soldado en la guerra con Argelia. Tras la experiencia militar ejerció como administrativo hasta que vio un anuncio en un periodico de Charles Jourdan pidiendo un ejecutivo para una de sus empresas. "Tenía 37 años y en ese momento descubrí que eso es lo que había esperado hacer toda mi vida. Nunca he hecho zapatos, pero conozco perfectamente la técnica". Con el tiempo montó su propio negocio: "La fábrica de Joseph Fenestrier estaba en quiebra y ayudamos a reflotarla".

Además de calzar a famosas como Lauren Bacall, Clergerie ha realizado incursiones en el cine. Los actores de Proposición indecente lucían sus diseños, y Pedro Almodóvar le llamó para que calzara a Marisa Paredes en La flor de mi pasión. "Fue complicado trabajar con Pedro porque supervisa todo hasta el mínimo detalle", asegura.

Cuando no viaja, Clergerie pasa la mañana en la empresa controlando la fabricación. Con su equipo de diseñadores se reúne por las tardes. "Mi intuición y mi sentido estético no siempre son buenos. Sé aceptar la crítica de mis colaboradores". Clergerie define la moda como una manera de "olvidar que somos humanos. Los hombres nos esforzamos por gustarnos a nosotros mismos, pero lo importante es la persona, no cómo viste".

No cree que un buen zapato baste para ser elegante. Él, como el creador del tejido príncipe de gales, cree que "la elegancia es siempre discreta".

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