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Tráfico muestra los daños sociales de los accidentes en su nueva campaña

Una suave y melancólica canción de Judy Collins (Bring on the clouds) sirve de fondo musical a los dramáticos mensajes publicitarios que la Dirección General de Tráfico (DGT) estrenará a partir del próximo día 6 en las cadenas de televisión para invitar a los conductores a ser cautelosos. La campaña, realizada por Tapsa NH Ayer, tiene un coste de 2.000 millones de pesetas y está enfocada hacia los graves perjuicios que ocasionan las imprudencias de tráfico en los familiares y amigos de las víctimas.

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Mal comienzo en 1995

Tráfico no renuncia a la. línea dura que ha mantenido. a lo largo de los últimos tres años, para divulgar sus mensajes publicitarios en la nueva campaña de prensa y televisión, que estrenará el día 6, en vísperas de los grandes desplazamientos de la Semana Santa.La campaña de 1995, que fue presentada ayer, contiene, sin embargo, un melancólico soporte musical que atenúa el dramatismo de las imágenes de los accidentes de carretera mortales o con consecuencias gravísimas para sus víctimas.

Tampoco aparecerá un desfile de situaciones dramáticas, de vidas truncadas, de parapléjicos o tetrapléjicos tan numeroso como el que se ofrecía el año pasado. Entonces se presentaron más de dos docenas de situaciones reales de víctimas que contaban en primera persona las consecuencias de haber infringido distintas normas de tráfico.

La agencia Tapsa, adjudicataria de la campaña, ha optado este año por la misma estrategia, pero sin utilizar testimonios reales. Ha realizado siete anuncios (spots en la jerga publicitaria) de una duración comprendida entre los 45 y 60 segundos, en los que van apareciendo primeros planos estáticos de un grupo sonriente. La voz de un locutor narra las secuelas en cada uno de ellos por el accidente del que fue víctima uno de los personajes de la fotografia al ser atropellado por un conductor borracho; el joven lesionado por conducir bajo los efectos del alcohol en un fin de semana; la víctima por circular sin casco o con el cinturón de seguridad desabrochado, o aquélla que conducía cansada y a uña velocidad inadecuada para las condiciones de la carretera.

Los anuncios acaban con una recreación en blanco y negro de los accidentes y la voz del narrador: "Nada de esto estaría sucediendo si se hubiera colocado... el casco ... ; cuando se comete una imprudencia, muchos inocentes pagan por ella. ¡Piénsalo! Las imprudencias no sólo las pagas tú".

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El director general de Tráfico, Miguel María Muñoz, admitió en la presentación de la campaña que se ha buscado el impacto porque se ha demostrado que conduce a la reflexión. Pese a las críticas y reticencias que suscitan ese tipo de mensajes, reiterados en los últimos cuatro años, Muñoz insistió en que los estudios sociológicos sobre sus efectos demuestran que tienen. un alto grado de aceptación entre los conductores.

Muñoz reconoció que le siguen perturbando este tipo de mensajes, pero también le gustaría que no hubiese Código Penal ni prisiones. "Pero la realidad no es así", dijo.

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