Sergio Cabrera prepara una película de amor y narcotráfico

El director de La estrategia del caracol, el colombiano Sergio Cabrera, está en la tercera escritura del guión de Balada, un proyecto polémico: Romeo y Julieta en una Colombia en la que los hijos y nietos de los narcotraficantes buscan ya hacerse respetables. En Balada, el amor lo impide la buena familia tradicional, que no acepta emparentar con la que acaba de enriquecerse por la vía sucia; aunque, para Sergio Cabrera, en cualquier apellido ilustre, si se rasca, salen fortunas labradas sobre sangre, esclavitud e ilegalidad. Al cineasta le indigna la idea, tan extendida en Estados Unidos, "que ve en Colombia sólo narcotráfico y unos pocos ciudadanos legales, cuando es justo al contrario".El director hablé ayer en Madrid sobre su país y el narcotráfico durante la presentación de su nueva película, Águilas no cazan moscas, que se estrenará el próximo miércoles. En ella se cuenta la historia de un duelo por honor, y la comedia coral sirve para el lucimiento de una serie de actores colombianos, entre ellos el padre del director, el español Fausto Cabrera, que interpreta a un cura. Águilas no cazan moscas es un nuevo montaje de la primera película de Sergio Cabrera, Técnicas de duelo, al que se han añadido, cinco años después, nuevas escenas rodadas con los mismos intérpretes. La parte nueva del filme supone un 45% de la historia.

El cineasta, que está en fase de preproducción de la película Hona llega con la lluvia, basada en la obra de Álvaro Mutis, también está escribiendo, con García Márquez, la version para el cine del cuento de este escritor La siesta del martes.