_
_
_
_

España desea que su relación con Filipinas tenga igual rango que con América Latina

La primera visita de un rey de España a la que fue la única colonia española en Asia suscita reacciones ambiguas por parte de los filipinos que van desde el entusiasmo, hasta el escepticismo. La presencia de don Juan Carlos ha reavivado, no obstante, la curiosidad o el interés de los filipinos no sólo por España, sino también por los cerca de cuatro siglos de historia que la metrópoli y la colonia compartieron.Los titulares de Asuntos Exteriores español, Javier Solana, y filipino, Roberto Rómulo, firmaron ayer una declaración en la que anuncian su intención de concluir en breve un tratado de amistad y cooperación entre ambos países inspirado en los que España selló con los Estados latinoamericanos.

En el documento suscrito, ambos ministros se comprometen a "servir de intérpretes de los intereses de una y otra parte tanto en el seno de la Unión Europea (UE) como de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN)", la región del mundo con el más rápido crecimiento económico.

Además de establecer un "diálogo político continuo", el texto prevé intensificar la cooperación para, entre otras cosas, "conservar y restaurar el patrimonio histórico y cultural filipino del periodo español".

En la cena que ofreció el domingo al Monarca su anfitrión filipino, Fidel Ramos, se deshizo en elogios de la aportación que hizo España a la historia de su país. Prometió después intentar "reactivar el interés público por los estudios de español y alentar la investigación sobre nuestro pasado español".

No todos comparten el entusiasmo del presidente. La prensa local dedicó grandes espacios, incluso suplementos, a la visita real, pero a veces sus comentarios están teñidos de escepticismo. "Para la actual generación de filipinos, España no suscita tanta fascinación como la superpotencia del siglo XX, EE UU, afirmaba The Philippine Star en su editorial. "El interés por España a veces resurge cuando se observa a una bella señorita o se olfatea un plato de paella, pero este interés difícilmente puede servir de base para una fuerte relación bilateral".

1,5 millones hablan español

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Cuarenta y ocho años de colonización norteamericana y 49 de independencia han reducido drásticamente la influencia española en este archipiélago poblado por 65 millones de habitantes. El inglés es la lengua franca, y tan sólo 1,5 millones de filipinos pueden aún hacerse comprender en el idioma de Cervantes.

La impronta española subsiste, sin embargo, en los nombres y apellidos de la gran mayoría de los filipinos, que los eligieron en listas elaboradas en 1849 por el gobernador Narciso Claveria. El tagalo, la principal lengua indígena, está plagada de expresiones españolas, aunque se escriben de forma diferente. "¿Cómo está?", se convierte, por ejemplo, en "komusta?". El principal legado español es, sin embargo, la religión católica, que hace de Filipinas el único país de Asia mayoritariamente cristiano (85% de la población).

El Rey concluyó su estancia en Manila presidiendo, junto con Ramos, una reunión de medio centenar de empresarios españoles con otros tantos filipinos. Les alentó en un discurso a "movilizarse para incrementar los intercambios comerciales y los flujos económico! entre los dos países", que son aún escasos.

El comercio bilateral ascendió en 1994 a 17.612 millones de pesetas, cinco veces inferior a los intercambios con Malasia (con un tercio de población), país al que hoy viajan los Reyes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_