Desagravio
Por primer vez, que yo recuerde, un funcionario español ve de cerca, ve bien y habla claro, sin tapujos políticos ni piropos ideológicos, qué cosa es de verdad el régimen de Fidel Castro, adónde ha ido a parar y, lo que es más grave, adónde no va a ir, gracias alas gestiones del Gobierno español para ayudarlo a mantenerse en el poder contra la voluntad de la abrumadora mayoría del pueblo cubano. Parecería obvio que nadie se escapa del paraíso ni se consigue un diezmo de la población que va a refugiarse en el exilio por meras ganas de viajar al extranjero. Algunos todavía niegan lo obvio.Pero las palabras del ex embador español en La Habana, Juan Antonio San Gil (EL PAÍS, 31 de marzo), no llevan anteojeras diplomáticas y van directo al grano, que es en este caso una llaga purulenta. El exilio tiene que agradecerle a este español no sólo honesto sino también valiente sus palabras de hoy, como los cubanos de la isla le agradecían sus gestiones humanitarias de ayer. Todos los cubanos, de dentro y de fuera, que amamos la democracia recordaremos este desagravio, como no olvidaremos los agravios-
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