Un extremista intenta agredir al primer ministro japonés en Tokio

El intento de agresión, ayer en Tokio, contra el primer ministro japonés, el socialista Tomiichi Murayama, ha disparado la psi cosis terrorista en Japón. En sólo 10 días, este país ha vivido dos grandes conmociones, que han puesto en entredicho su fama de nación sin problemas de orden público: El ataque contra el me tro con gas sarín, que causó la muerte a 10 personas y dejó afectadas a más de 5.000, y el atenta do el pasado jueves contra el jefe de policía de Tokio, Takaji Kunimatsu, quien se recupera de sus heridas tras seis horas de operación.

La importancia del incidente de ayer reside más en el instante en que sucede que en la gravedad misma del suceso.

Un conductor de taxi, de 29 año , s, que la policía identificó como Akihiko Nishioka, aprovechó la parada de la caravana del primer ministro en un semáforo para acercarse a su ventanilla y gritarle. El individuo, al que se le atribuye la militancia en una organización extremista, explicó que había enviado una carta a Murayama y deseaba saber si éste la había recibido.

El agresor iba tocado con una mascarilla quirúrgica blanca, similar a la que usó el pistolero que el jueves intentó asesinar al jefe de policía.

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