Un día especial

Día 21 de marzo. Día Intemacional contra el Racismo. Hace 35 años, en este mismo día, la policía asesinó en Suráfrica a 70 personas que participaban en una protesta pacífica contra el apartheid.

Me levanto y voy al instituto. Debato el tema de los prejuicios, del racismo y la xenofobia con mis alumnos y alumnas, y me anima oír sus reflexiones.

Llego a casa a la hora de comer, pongo la radio y oigo decir al alcalde de Madrid -que, por cierto, es sevillano- que el mayor problema que tiene esta ciudad es la inmigración. ¿Se le han olvidado al señor alcalde otros problemas como, por ejemplo, las 60 familias gitanas que viven hacinadas en la Cañada Real, al lado del vertedero de Valdemingómez, o las continuas agresiones policiales a inmigrantes en nuestra ciudad?

Vencido mi estupor, me dispongo a ir a la concentración antirracista convocada para esa tarde en la Puerta del Sol. Estando allí vuelvo a animarme, a pesar de la poca concurrencia. ¿Será que el tema no interesa, o que la hora coincido con la emisión por televisión de un partido de fútbol o una corrida?

De vuelta a casa por la noche, en la estación de metro de Tirso de Molina, contemplo, junto a dos amigas, cómo un vigilante jurado, con la ayuda y la mirada complaciente de sus dos compañeros, vapulea y da numerosos golpes en la cabeza a un presunto carterista al grito de "¡moro de mierda!". ¿Qué fue de las leyes, de los malos tratos, de la presunción de inocencia?

En un estado anímico difícil de describir, llego a casa y me dispongo a escribir esta carta, con la esperanza de verla publicada. Mañana será otro día y yo intentaré seguir educando a mis alumnos por y para la solidaridad, con la esperanza de conseguir una sociedad -un país, una ciudad- multiétnica y multicultural, donde no tendrán cabida, porque no existirán, ni alcaldes como el nuestro ni vigilantes que, crean que, por encima de las leyes, cada cual se puede tomar la justicia por su mano.-