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Familiares de Lasa y Zabala visitan el lugar en que fueron hallados sus restos y se personan en el caso

Familiares y amigos de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala desarrollaron ayer una intensa jornada en Alicante, ciudad a la que se desplazaron en autobús desde Tolosa (Guipúzcoa), acompañados por el abogado donostiarra que ejerce la acusación particular, Íñigo Iruín. Los restos fueron enviados ayer al Instituto Nacional de Toxicología, en Madrid, donde serán sometidos a diversas pruebas piara confirmar que pertenecen a los dos presuntos terroristas.

El viaje de los familiares de ambos fallecidos tenía varios objetivos, el primero de los cuales era acudir al Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante para personarse en la causa que instruye Carmen Menárguez, después de que una investigación policial haya identificado los dos cuerpos que aparecieron en un paraje de Busot (Alicante) hace diez años.La primera gestión que llevaron a cabo fue conseguir autorización judicial para acceder al depósito de cadáveres del cementerio municipal de Alicante, don-. de los restos de Lasa y Zabala han permanecido desde enero de 1985. La juez sólo autorizó la visita a tres miembros de cada familia, lo que provocó una airada protesta del resto de la comitiva. Accedieron al depósito los padres y una hermana de José Antonio Lasa, y la madre y dos hermanas de José Ignacio Zabala. El resto de familiares directos -entre ellos seis hermanos de Lasa- y amigos esperaron en la puerta. Las madres depositaron sendos ramos de flores junto a los resto de sus hijos.

La familia no quiso abandonar la ciudad sin agradecer personalmente al médico forense de Alicante Antonio Brú su celo profesional por conseguir durante esta década la conservación de los restos, negándose a que recibieran sepultura en una fosa común. Brú, hoy jubilado, recibió en su domicilio particular a los representantes de las familias, con los que conversé por espacio de 20 minutos.

Por último, y a bordo del mismo autobús que los llevó desde Tolosa, la comitiva se desplazó hasta el paraje de la Foya de Coves de Busot, a 20. kilómetros de la capital, lugar en el que fueron encontrados los cuerpos en el fondo de una fosa natural cubiertos de cal. Rodeadas por un amplio dispositivo de la Guardia Civil y acosadas en todo momento por los periodistas, las 30 personas que integraban el grupo accedió hasta la misma fosa, alrededor de la cual depositaron rosas y claveles. Fue el momento más íntimo del viaje, cuando los informadores atendieron la petición del abogado y se alejaron por unos minutos del paraje. La Guardia Civil permaneció en el lugar cumpliendo órdenes. Sobre las 14.30, la comitiva abandonó Alicante con destino a Tolosa. Una hora después, los restos óseos de Lasa y Zabala salieron del depósito de cadáveres para ser trasladados al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, donde se realizará la definitiva prueba genética del ADN que confirmará la identidad.

Las familias delegaron en todo momento en el letrado Íñigo Iruin en lo que a contactos con los medios informativos se refiere. "Comprended que el estado de ánimo es contradictorio. Por una parte están satisfechos por haber encontrado los restos después de tanto tiempo, pero por otro lado ha sido una semana muy dura, de mucho dolor, han tenido que recopilar muchos datos y ha sido todo muy duro".

Policías judiciales de Madrid y Alicante, a las órdenes del inspector García, así como efectivos de la Guardia Civil rastrean la zona entre Busot y Benidorm en busca de la vivienda en la que es tuvieron secuestrados.

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