"Las condiciones para el segundo operador de telefonía móvil infringen la ley"

Las condiciones impuestas para el segundo operador de telefonía móvil en España, Airtel, "infringen la ley comunitaria". Karel van Miert, comisario europeo de la Competencia, no tuvo ayer pelos en la lengua. De visita en Madrid para entrevistarse con el ministro de Industria, el comisario urgió una solución sobre el concurso de telefonía móvil, "que garantice el respeto a la ley". El quid de la cuestión son los 85.000 millones de pesetas que el segundo operador ha tenido que poner sobre la mesa para tener la concesión.

Pregunta. ¿Si el Gobierno español no modifica las condiciones para el segundo operador, la Comisión paralizaría el proceso?

Respuesta. El ministro de Transportes, Borrell, me ha asegurado que encontrará una solución que permita establecer condiciones comparables entre los operadores. Los remedios más lógicos serían proponer el mismo precio de entrada a los dos operadores, o bien devolver el importe ya pagado, pero entiendo que eso sería muy difícil. Y existen otras posibilidades para crear una situación equilibrada, que podrían ir, por ejemplo, vía tarifas. En cualquier caso las medidas para equilibrar la situación no las tiene que decidir la Comisión, sino las autoridades españolas.

P. ¿Existe un plazo de tiempo fijado?

R. Hay que ir de prisa. Tiene que ser cuestión de semanas.

P. Varios operadores europeos han preguntado a la Comisión sobre si Unisource, un consorcio que reune a operadores públicos de Suecia, Holanda y Suiza, en el que participa Telefónica, cumple toda la normativa.

R.Hace poco he dado autorización para que mis servicios examinen de cerca el caso Unisource, porque constatamos que este acuerdo ya está funcionando sin que la Comisión haya dado su aprobación. No puedo decirle más.

P. ¿No cree que la Comisión abre más la mano con unos países que con otros?

R. Saben... ése es el sentimiento que tienen todos los gobiernos. Que somos más estrictos con ellos que con los demás. Y en realidad demuestra que aplicamos una política coherente. Podemos mantener esa política porque somos creíbles y neutros, lo que significa que tratamos de la misma manera casos distintos, aunque a veces es muy difícil.

P. ¿Qué aspecto, referente a la competencia, le preocupa más de España?

R. Primero tengo que decir que estoy muy satisfecho por el hecho de que España desarolla su propia política de competencia desde hace años. Ha habido una evolución apreciable. Por lo demás, igual que pasa en otros países, a veces hay dificultades. Hay sectores como el siderúrgico en donde se ha mejorado muchísimo, y así lo haré constar públicamente. Pero hay también casos extremadamente difíciles como Iberia, aunque no entra en mi campo de responsabilidades. Digamos que lo que caracteriza a España es que hay dificultades sectoriales: automóvil, astilleros.... pero también las hay en otros países.

P. Pero, ¿qué nota la pondría en competencia si tuviera que calificarla?

R. La apertura no se da de la noche a la mañana. Cuando se viene de situaciones muy cerradas, con muchos monopolios de Estado, se requiere más de 10 años para adaptarse. Pero España está haciendo muchos esfuerzos.

P. Usted ha citado el sector del automóvil. ¿Cuál es la preocupación de la Comisión?

R. Hay algunos expedientes abiertos, y no sólo en España, en los que tenemos que examinar si existen ayudas estatales y, en ese caso, si podemos autorizarlas.

P. ¿Se refiere a Seat?

R. Es uno de los casos. Pero hay más, por ejemplo, Suzuki.

P. ¿Está satisfecho con la liberalización en el sector del petróleo?, porque ha habido quejas de algunas multinacionales

R. Hay una evolución positiva, aunque a veces existen tentativas de no someterse a las reglas de competencia.

P. ¿Qué piensa de que no se haya acometido un plan global europeo en la siderurgia?

R. Creo que la razón principal para que no se haya puesto en marcha es que la coyuntura ha mejorado. Y de la misma manera que había presiones para tomar medidas en tiempos difíciles, ahora las empresas siderúrgicas no están dispuestas a reducir más su producción. Ya no se habla más de ese plan, pero el día que vuelvan los problemas lo echaremos de menos.

P. ¿No cree que las distintas condiciones sociales en los países de la UE suponen también competencia desleal?

R. El gran mercado europeo está estructuralmente desequilibrado porque existen algunos temas donde no hay una disciplina común, como el monetario, el social y el fiscal.