El Congreso de Ciudades Saludables pide ayuda a las empresas privadas

El aumento de la calidad de vida en las ciudades del siglo XXI pasa, necesariamente, por la colaboración entre el Estado y las empresas privadas. Tal es la conclusión de los 463 representantes 48 países en el III Congreso de Ciudades Sa ludables y Ecológicas, clausurado ayer en Madrid. Tras cuatro días de exposición de datos y cifras desoladoras sobre la pérdida de bienestar en las grandes urbes -el coche aparece como el gran enemigo-, alcaldes y técnicos internacionales se han propuesto trabajar en equipo.

La clausura fue un cúmulo de buenos propósitos centrado en la colaboración. Colaboración entre los gobiernos y las empresas, para reforzar las políticas públicas e iniciativas privadas que desemboquen en ciudades más sanas, igualitarias y habitables. Pero también colaboración entre las administraciones locales y las nacionales, o entre las organizaciones internacionales y los ciudadanos. Sobre todo, se dijo, porque muchas veces los cambios beneficiosos para la economía decididos desde los centros de poder empeoran la vida cotidiana de los ciudadanos, sin que se conozcan las relaciones entre la causa y el efecto.El peor enemigo es el coche. Los tres problemas más preocupantes, tráfico, ruido y contaminación, según los municipios participantes, tienen su origen en las cuatro ruedas.

Buen ejemplo de ellos es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió en la inauguración que 1.200 millones de personas respiran aire cuya contaminación por partículas en suspensión supera los límites recomendados.

También se habló de los altos índices de desempleo, la desigualdad social, la falta de vivienda, el deterioro del medio ambiente urbano y las repercusiones de estos problemas en la salud humana.

Y se destacó, sobre todo, el aumento de la miseria en las ciudades como origen de otros problemas, como la violencia. "La pobreza urbana marca a las ciudades y a las naciones y flota sobre todos sus habitantes a modo de densos nubarrones", dijo el concejal del área de Salud Pública del Ayuntamiento de Madrid, Simón Viñals, que presidió la clausura del congreso en ausencia del alcalde anfitrión, José María Álvarez del Manzano.

"Debemos seguir desarrollando nuevas fórmulas de trabajo entre las instituciones", insistió Ayis Tsouros, coordinador del proyecto Ciudades Saludables de la OMS, promotora del congreso junto a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Ayuntamiento de Madrid. La red integra a casi 1.000 ciudades (30 españolas) con vocación de sanas y ecológicas, aunque muchas atesoran una buena muestra de los problemas denunciados.

Por último, Tsouros destacó el papel que tienen que desempeñar las auditorías ambientales (estudios sobre los efectos de las infraestructuras) y los medios de comunicación en el conocimiento de la pérdida de calidad de vida.