El Insalud instala en los grandes hospitales comités de ética para asesorar a los médicos

¿Cómo debe actuar un médico cuando un paciente desea no ser reanimado? ¿O cuándo debe salvar la vida a alguien que no acepta una transfusión por sus creencias religiosas? Éstos son algunos de los conflictos sobre los que tratarán de asesorar los comités de ética asistencial que el Insalud ha comenzado a implantar en una decena de grandes hospitales. Su objetivo, según una circular que emitirá el Insalud el próximo lunes, será diseñar criterios de actuación en todo lo relacionado con la ética en la práctica diaria y en la relación con el paciente.

Más de ochenta médicos y enfermeras disponen ya de formación en bioética financiada por el Insalud para su creación. Cerca de una decena de centros disponen ya, desde hace varios meses, de comisiones promotoras para la formación de estos comités de ética asistencial.Los trabajos más avanzados son los del hospital Puerta de Hierro, de la Princesa, el Universitario de Getafe, en Madrid, y el hospital General de Guadalajara, que estarán listos para su creación antes del verano. Otras comisiones promotoras se han formado también en el hospital La Paz, el Clínico de San Carlos de Madrid, el hospital San Millán y San Pedro de Logroño, el General Yagüe de Burgos y el Valdecilla de Santander. En Cataluña y el País Vasco se dispone de circulares semejantes a la del Insalud desde principios de este año.

"Los comités de ética asistencial se han pensado como grupos consultivos e interdisciplinares, formados por personal sanitario y por expertos en ética ajenos al hospital, y autónomos de la gerencia del centro", explica José Sarabia, adjunto a la directora general del Insalud. "Su objetivo es prestar apoyo al personal sanitario a la hora de tomar decisiones y resolver conflictos relacionados con la ética que se presentan en su práctica diaria, proporcionando unos criterios claros".

Una de sus funciones más importantes será la defensa de los derechos de los pacientes, especialmente a una información suficiente. "La mayoría de las reclamaciones o denuncias que se producen actualmente en los hospitales o contra médicos no se deben tanto a la práctica en sí como a la falta de información, de franqueza, y al paternalismo con que se trata al paciente, lo que da lugar en ocasiones a comportamientos poco dignos", afirma Sarabia. Por eso, una de las primeras tareas de estos grupos será colaborar con los distintos servicios médicos en la elaboración de protocolos asistenciales y en la redacción de documentos de consentimiento informado.

La pertenencia a los comités de ética será voluntaria y la idea es que estén formados por una docena de miembros, entre médicos -siempre que estén dedicados a una labor asistencial-, enfermeras, personal de atención al paciente, trabajadores sociales, un sacerdote, un experto jurídico y especialistas en ética o filosofía.

El Insalud ha financiado en los últimos tres años la formación en el master de bioética de la Universidad Complutense de 43 médicos y 38 enfermeras. El objetivo es becar la formación de 15 personas cada año. "En la actualidad, prácticamente todos los hospitales de la red con más de 400 camas disponen de al menos una persona capacitada y formada para poder poner en marcha estos comités", explica Sarabia. El Insalud espera que en unos tres anos ya puedan estar funcionando en todos sus grandes hospitales.

"De momento, estamos en un proceso de formación de los miembros y de fundamentación teórica, analizando casos clínicos y estudiando bibliografía, para poder disponer de una metodología clara y adaptada al hospital", explica Pilar Cebrián, presidenta de la comisión promotora del hospital La Paz de Madrid.

No se trata, sin embargo, de organismos jurisdiccionales. "Sus competencias no serán en ningún caso promover actuaciones judiciales o amparar a los profesionales sometidos a ellas", aclara Sarabia. "La idea, eso sí, es que puedan elaborar informes a petición de los jueces, valorando decisiones en las que se haya producido un conflicto". Los comités atenderán también todas las consultas recogidas a través de los servicios de atención al paciente.

"La existencia de estos foros consultivos es fundamental también en aspectos como el uso de las nuevas tecnologías o la necesidad de racionalizar procedimientos en situaciones de recursos limitados", explica Manuel de los Reyes, presidente de la asociación de bioética fundamental y clínica y uno de los expertos que han participado en el proyecto.

La acogida de esa iniciativa entre los profesionales ha sido buena, según Pilar Cebrián. "Yo creo que existe una inquietud importante en este momento por la bioética y por la necesidad de formarse en ella para mejorar la calidad de la asistencia, incorporando los valores a los hechos puramente médicos. La relación con el paciente está cambiando de un concepto paternalista a uno más igualitario".