Siete heridos graves, entre ellos cinco 'ertzainas', en los disturbios tras la jornada de huelga convocada por HB

Siete personas, dos chicas de 20 años y cinco ertzainas, sufrieron ayer graves quemaduras en Rentería (Guipúzcoa) al ser atacados con cócteles molótov por unos encapuchados que protestaban por los asesinatos de Josean Lasa y José Ignacio Zabala. El suceso se produjo sobre las ocho de la tarde en la calle Pablo Iglesias de Rentería.Los agresores lanzaron varios artefactos incendiarios contra la furgoneta en la que se encontraban los agentes, y las llamas alcanzaron también a dos jóvenes transeúntes. Una de ellas, cuya identidad corresponde a las iniciales A.A. G., se encontraba ayer muy grave en la Residencia Sanitaria de Aránzazu con traumatismo en la pelvis y la cadera derecha y pérdida de sustancia por las quemaduras que presenta en la parte inferior del tronco,. Al cierre de esta edición no se había facilitado el parte médico de la otra joven, ingresada en el hospital de la Cruz Roja de San Sebastián.

Respecto a los ertzainas heridos, cuatro de ellos iban a ser trasladados a la Unidad de Grandes Quemados del hospital bilbaíno de Cruces. El quinto agente, que presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 45% de su cuerpo, fue intervenido a última hora de la tarde de ayer en un centro sanitario donostiarra, y iba a ser trasladado a Cruces en cuanto se estabilizase su situación.

El suceso de Rentería fue el más grave de la cadena de disturbios y actos vandálicos protagonizados ayer en Euskadi por jóvenes radicales, que se sumaron a la convocatoria de huelga lanzada por HB y el sindicato LAB para protestar por las muertes de Lasa y Zabala e hicieron suya la consigna de actuación violenta demandada por KAS. En las distintas manifestaciones fueron detenidos dos jóvenes -uno en Lasarte (Guipúzcoa) y otro en Bilbao- y se produjeron numerosos destrozos e incendios de vehículos y mobiliario urbano.

Los incidentes más graves ocurrieron en San Sebastián y Tolosa, pueblo natal de Lasa y Zabala. En esta última localidad dos cabinas de teléfono fueron destrozadas e incendiadas después de que el dirigente de HB José María Olarra hiciese un llamamiento a la lucha y afirmara que "Euskal Herria había dado un veredicto, el de culpable, al Estado terrorista español". Los comercios y fábricas permanecieron cerrados y la manifestación congregó a 1.000 personas.