Buttiglione gana en los tribunales el derecho a usar el símbolo del PPI

Rocco Buttiglione venció ayer en la batalla legal por el símbolo del Partido Popular Italiano (PPI), al que las encuestas otorgan la virtud de arrastrar por sí solo el 4% de los votos. El ala izquierda de su dividido partido encabezada por Gerardo Bianco, elegido secretario general -el mismo puesto de Buttiglione- hace unos días, anunció que acudiría a las próximas elecciones regionales de abril con un símbolo provisional, a la espera de intentar recuperar el tradicional en un próximo congreso.El juez civil que dirimió la disputa afirmó que el nombramiento de Bianco había violado los estatutos, pero que, no obstante, Buttiglione tiene una "grave deslegitimación política". En el consejo nacional del partido, el confirmado secretario quedó en minoría tras anunciar su alianza electoral con Silvio Berlusconi y el polo de la derecha. El presidente del PPI, Giovanni Bianchi, ha convocado para mañana otro consejo nacional.

El juez Luigi Macioce afirma en su decisión que la designación, de Bianco como nuevo secretario es nula, puesto que la dimisión, como actuación humana, es "un acto unilateral, siempre revocable hasta su aceptación", y que Buttiglione usó tal posibilidad como argumento político, pero reservándose presentarla o no.

Los votos de la discordia

También dice que el recurso al tribunal del partido vulneró los estatutos para que entendiera sobre si cuatro miembros del consejo nacional (favorables al secretario) debían votar o no, emparejando así el escrutinio pro y contra Buttiglione, vulneró los estatutos, porque con las. nuevas normas del partido tal tribunal había quedado sin poder. Por último, da también la razón a los oponentes de Buttiglione sobre esos cuatro votos, recordando que tales consejeros debían abstenerse de las actividades del partido al estar sometidos a procedimiento penal.

Macioce dice también que Buttiglione "carece de la confianza del órgano cuya línea política debe llevar a la práctica puntualmente, y que la ha expresado dos veces en modo válido, el 11 y el 16 de marzo". El ahora confirmado secretario perdió la confianza del consejo nacional por tres votos y expulsó a los 114 miembros de este organismo que se manifestaron en su contra.

Las dos almas del Partido Popular seguirán sin encontrar la paz tras la sentencia del juez romano, toda vez que izquierda y derecha de esta formación política, desgaje mayoritario de la ex Democracia Cristiana, venían ya llevando vida de lo que en la Italia de altos alquileres está bastante extendido: separados en casa. Unos y otros habían pasado ya, incluso, por la que ha sido llamada guerra de las cerraduras en los despachos.

Inmediatamente conocida la decisión judicial, los abogados de la izquierda del partido se reunieron para, en palabras del presidente Bianchi, "encontrar el instrumento técnico para hacer dimitir a Buttiglione".