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EL 'CASO GAL'

El juez Andreu indaga la relación entre una redada de la Guardia Civil y las desapariciones

Fernando Andreu, el magistrado donostiarra que ha investigado hasta ahora la desaparición de los, activistas José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, instruyó semanas atrás una serie de diligencias destinadas a identificar a las fuentes informativas de la Guardia Civil que el 19 de enero de,1984 condujeron a ese cuerpo policial a iniciar en Tolosa, (Guipúzcoa) una amplia redada de supuestos activistas o colaboradores de las dos ramas de ETA.

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Las razones de está decisión se apoyan en la sospecha de que la redada llevada a cabo en esa población guipuzcoana a lo largo de tres días, una operación que fuentes policiales calificaron entonces como "especial", pudo haber sido fruto de las informaciones extraídas bajo tortura a los dos activistas de ETA naturales de Tolosa y desaparecidos en Bayona (Francia) tres meses antes.El recelo se alimenta a su vez de la extrañeza por el hecho de que la Guardia Civil actuara simultáneamente contra dos organizaciones independientes entre sí, ETA militar (ETA m) y ETA político-militar (ETA p-m), a través de una única vía de pesquisas y por la coincidencia entre las fechas de la operación y la llamada del día 20 de enero a Radio Alicante en la que el comunicante de los GAL afirmó que ese mismo día habían "ejecutado" a los dos desaparecidos de ETA. La gran mayoría de la Iarga veintena de detenidos, algunos de ellos familiares de presos de la organización terrorista, fueron posteriormente puestos en libertad sin cargos.

Presumiblemente, Lasa y Zabala, dos jóvenes activistas de 22 y 20 años sin más historial delictivo que un intento de atraco, no conocían gran cosa de la infraestructura de ETA en Francia, aunque sí la casa en la que vivía Mikel Goikoetxea, Txapela, destacado elemento d¿ ETA m asesinado por los GAL el 29 de diciembre. Según ha confirmado Izaskun Rekalde, viuda de Txapela, semanas antes de su desaparición, Lasa y Zabala ayudaron a su marido a mudarse de casa. Lo que también conocían, obviamente, era la identidad de los integrantes o colaboradores de su antiguo comando que no habían optado por huir a Francia y, en una población como Tolosa, quizá también la de aquellas personas que más parecían moverse en torno a la rama Político-Militar de ETA.

La pregunta que los investigadores se han hecho al hilo de esta hipótesis es cómo pudo llegar a la Guardia Civil la información que permitió la redada de Tolosa. Otra cuestión a la que los mercenarios supuestos autores del secuestro en Bayona, Mohamed Talbi y Jean-Pierre Echalier, deberían dar cumplida respuesta en el caso de que sean localizados por la policía francesa es quiénes se hicieron cargo de Lasa y Zabala cuando los trasladaron a suelo español. La investigación practicada hasta ahora ha permitido suponer que los secuestrados fueron llevados desde la orilla francesa a Hondarribia por medio de una embarcación.

El juez Andreu ha tratado también de averiguar si la llegada de la embarcación que transportaba a los secuestrados pudo haber sido detectada por los servicios de vigilancia costera. Los resultados de las indagaciones serán remitidos próximamente a la Audiencia Nacional, una vez acreditado que la desaparición y el asesinato de Lasa y Zabala fueron obra de los GAL.

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