Pedro Laín reflexiona sobre ética y enfermedad
Existen tres terrenos en los cuales un paciente puede ser un "buen enfermo", dijo anoche el académico Pedro. Laín Entralgo en la tercera de sus Tres reflexiones éticas, la Ética de la amistad, que se han desarrollado en la Residencia de Estudiantes, dentro de las IV Conferencias Aranguren de Filosofía.Respecto a sí mismo, explicó Laín, el enfermo tiene él deber de mantener una "aceptación activa" de su dolencia, sin rebelarse ni resignarse de. una forma pasiva e inoperante. Tal como dijo el teólogo Hans Kung, "no buscar el dolor, sino si llega, soportarlo, combatirlo y transformarlo" en un más profundo conocimiento de sí mismo. En sus deberes éticos, siguió Laín, el enfermo debe considerar la enfermedad como un azar susceptible de ser eliminado por el avance científico, y debe personalizar la enfermedad e incorporarla a su vida sin explotarla en perjuicio de los demás. También debe tener voluntad de curarse.
El enfermo debe obedecer al. médico y abstenerse de automedicarse, a la vez que, en su propio interés pues así se explica mejor, no es malo que, sepa algo de medicina.
En el recorrido histórico de la relación ética y enfermedad, Laín, catedrático jubilado de Historia de la Medicina, indicó que históricamente la enfermedad se ha visto como un castigo, como un azar o como una prueba. La consideración de la enfermedad como azar es la que permitirá el desarrollo de una técnica médica, pues frente al azar el hombre opone su inteligencia y capacidad de acción como podría ser el caso con el sida.
En el coloquio posterior, el doctor Segovia de Arana subrayó el hecho de que estamos en la era de la medicina preventiva, que planteará un nuevo conjunto de problemas éticos.
Babelia
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