Los 'síete grandes' no abordarán la crisis monetaria hasta abril

Los ministros de Economía de los 15 países miembros de la Unión Europea no consiguieron ayer ponerse. de acuerdo para solicitar una reunión de urgencia del Grupo de los Siete (G-7), integrado por los siete países más industrializados del planeta. Los Quince tan sólo decidieron pedir ayuda genérica al G-7 y al Fondo Monetario Internacional para salir de la crisis. Asimismo coincidieron en culpar al dólar de la inestabilidad que sacude a los mercados y que ha puesto contra las cuerdas el Sistema Monetario Europeo.Las próximas reuniones ordinarias del G-7 y del FMI no se celebrarán hasta finales de abril, por lo que hasta entonces las monedas quedan a expensas de las tensiones especulativas. Edmond Alphandéry, ministro de Economía francés, intentó, con el apoyo de la mayor parte de los ministros, pedir una reunión de urgencia del G-7, pero se encontró con la frialdad alemana y la oposición británica. Alpliandéry se comprometió, no obstante, a llevar, en nombre de Francia, la necesidad de una coordinación internacional a las reuniones ordinarias del FMI y del G-7.

Los mercados, mientras tanto, vivieron un compás de espera, con ligeras recuperaciones frente al marco del dólar, la peseta y otras divisas europeas. El vago compromiso de los Quince apenas se reflejó en los mercados, que tuvieron una jornada de "calma técnica". La peseta cotizó en torno a las 92 por marco, frente al mínimo de 93,20 que alcanzó el pasado viernes. La moneda española, como el resto de divisas europeas, siguió la senda del dólar, que se recuperó ligeramente frente al marco alemán y el yen japonés, aunque con éste llegó a Ijar mínimos históricos en Tokio.