El Ejército turco lanza una ofensiva contra los refugios de la guerrilla del Kurdistán
Más de 40.000 soldados, apoyados por helicópteros armados con cohetes y cañones, lanzaron ayer una ofensiva contra la guerrilla del independentista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la provincia de Tunceli, al este de Turquía. Como cada primavera, los milicianos han salido de sus refugios en las montañas para dar un mentís a balazos al Gobierno de Ankara, que afirma haber acabado con la lucha armada en el Kurdistán turco. En una sangrienta emboscada, los 200 guerrilleros del comandante Semidin Salik, alias Sindedos, mataron el sábado a 18 de los 800 soldados que circulaban en un convoy por la cordillera de Munzur.
En el ataque por sorpresa -con cohetes, armas ligeras y baterías antiaéreas adaptadas para el ataque en tierra-, la guerrilla del PKK perdió 13 hombres. Pero puso en entredicho los supuestos éxitos militares de las autoridades de Ankara, que ayer respondieron con una de las ofensivas más amplias que se recuerdan en Turquía.
Las tropas, apoyadas por cuatro helicópteros Super Cobra de fabricación estadounidense, abatieron a 17 milicianos kurdos que regresaban a sus bases de la montaña tras el ataque contra el convoy, según informaron fuentes militares. "Les estamos acosando", aseguró un oficial.
Los guerrilleros kurdos del comandante Salik -el líder kurdo más buscado por los servicios de seguridad- intentan volver a su base de los barrancos de Alibogaz, a unos cincuenta kilómetros del lugar donde se produjo la emboscada. Se trata de unos riscos inaccesibles para los helicópteros turcos y a los que el Ejército aún no ha podido acceder.
Desde que el PKK declaró la guerra al Gobierno turco en 1984, más de 13.000 personas han muerto en choques entre la guerrilla -unos 10.000 comba tientes- y el Ejército, que ha desplegado a más de 200.000 solados, policías y guardas rurales en el sureste del país. Fiesta del Newroz
Coincidiendo con el Newroz, el día de Año Nuevo y fiesta nacional del Kurdistán, que se celebra mañana, una ola de atentados contra intereses turcos ha recorrido varias ciudades europeas, especialmente en Alemania, donde viven unos dos millones de turcos, de los que una cuarta parte son de origen kurdo.
Por sexto día consecutivo, varias bombas incendiarias destruyeron dos agencias de viajes, una tienda de ultramarinos y un centro cultural situados en cuatro ciudades del sur y al oeste del país. El ministro de Exteriores, Klaus Kinkel, lanzó ayer una advertencia contra la "inaceptable" actuación de los kurdos en Alemania.
Por otro lado, dos policías suizos resultaron heridos en el curso de unos enfrentamientos entre agentes y manifestantes kurdos ocurridos a última hora del sábado en Basilea. Zúrich y otras ciudades suizas también han sido escenario de atentados atribuidos por la policía al PKK. Ayer, unos desconocidos dispararon contra la oficina turística turca en Estocolmo.
La ola de ataques a intereses turcos coincide también con las protestas contra la represión de las manifestaciones de la comunidad musulmana alevi de Turquía, que se ha saldado con una treintena de muertos.
Precisamente ayer, una bomba estalló en una comisaría de Estambul, y causó dos heridos. En el mismo distrito, unos desconocidos ametrallaron un vehículo policial. Mientras, dos bancos de la antigua capital otomana sufrieron atentados con bombas incendiarias. Entretanto, la policía detuvo en Ankara a un individuo armado, al parecer desequilibrado, cuando trataba de entrar en la residencia de. la primera ministra, Tançu Ciller.
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