No es oro todo lo que reluce
Rápido, compra Nike. No las zapatillas, tonto.
Las acciones.
Así que ha terminado la suspensión de 17 meses del apostador Michael Jordan. Esto es lo que era, aunque nadie quiera admitirlo, aunque a nadie le importe ahora que todos vamos a respirar algo de Aire fresco.
Ha vuelto.
De regreso en los Bulls. De regreso con Nike. Con Gatorade.
Y, no lo olvidemos, de regreso con la NBC.
Qué coincidencia que Jordan vuelva justo para un partido televisado para todo Estados Unidos, ayer por la tarde frente a los Indiana Pacers.Pobre CBS.
La fuerza de la Liga Universitaria, reducida al empuje de un tractor.
El plan es perfecto. ¿Saben dónde jugará su siguiente partido Jordan? El miércoles en Boston, la noche en que los Celtics van a retirar la camiseta número 35 de Reggie Lewis, el jugador muerto el año pasado.
Seguro que el jefe de la NBA, David Stern, está detrás de todo el asunto, de la misma forma que, probablemente, orquestó su retirada.
Los problemas con las apuestas y el póquer de Jordan transmitieron una mala imagen de la NBA, pero eso es agua pasada. El último escándalo ha sido sobre la presunta drogadicción de Reggie Lewis. El regreso de Jordan silenciará todo eso en un santiamén.
Quizás sea una visión cínica, pero es difícil no ser cínico cuando mister Felizmente Retirado decide repentinamente volver.
De cualquier forma, aquí está. Dispuesto a fabricar millones para su equipo, su liga y sus patrocinadores, por no mencionar a la NBC.
Por eso vuelve, porque toda esa gente no podía soportar su ausencia. Sí, ama el juego, la competición, el desafío. Pero también los amaba hace 17 meses. Y los dejó.¿Por qué se retiró? Quizás estaba quemado, o afectado por la muerte de su padre, o, quizás, Stern le dijo que seria mejor si lo dejaba un tiempo. De acuerdo, no desapareció de escena. Intentó jugar al béisbol, pero ahí podría seguir si el White Sox no le hubiera pedido que hiciera de esquirol.
Por lo menos Jordan ha regresado a su sitio, a humillar a Shaq, a torturar a los Knicks, a descargar a Scottie Pippen.
Ha vuelto, eso está muy bien.
Compra una entrada. Compra una gorra de los Bulls. Compra un nuevo par de Nikes.
Odio arruinar la fiesta, pero esto es lo que es.
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