El '45' tarda en calentar motoresEl regreso de Michael Jordan no impidió la derrota de los Bulls en Indianápolis
Diecisiete meses de ausencia no le ha hecho olvidarse a Michael Jordan de lo que es el baloncesto pero, explosivo y fuerte, como siempre, y gran defensor, no dominó ayer como acostumbraba en sus tiempos de esplendor. Su primer punto lo consiguió a falta de 7.35 minutos para que terminara el segundo cuarto y fue el segundo tiro libre que in tentaba. Los Bulls perdían por 11 puntos. Luego llegó su prime ra canasta en juego, al séptimo intento, un tiro lateral desde casi 6 metros. En el primer tiempo lo gró siete puntos (2 de 9 lanzamientos). Fue luego más decisivo. Aunque sus números no fueron gloriosos (19 puntos totales en una serie de 7 de 25), Air Jordan contagió a sus compañeros de su corazón de guerrero y les empujó a una remontada que por poco triunfa. Mediado el último cuarto los Bulls perdían por 18 puntos. La reacción les llevó a empatar a 92 a falta de tres segundos y forzar la prórroga, que llegó tras una personal de Jordan sobre, Miller de la que ambos salieron cojeando con un fuerte golpe en la rodilla. Los de Indianápolis, sin embargo, no perdonaron en la prolongación y acabaron ganando por 103-96El partido de su regreso al baloncesto frente al Indiana Pacers fue el partido de un hombre nuevo. Para empezar, lució el número 45, el mismo que adornaba su camiseta durante el purgatorio que paso con el equipo de reserva de béisbol de los White Sox. El número 23, al que hizo famoso, está ya colgado en el techo del Chicago Stadium, donde reposará para siempre.
Las horas previas del partido ya hacían presagiar que se trataba de un partido especial. Se vivió con ambiente de play-off, de esos momentos en que todo tiene el carácter de vital. Jordan llegó al pabellón de Indiana desde su avioneta particular y se presentó con tres horas de antelación, por eso de ir practicando el tiro. Luego, los 16.000 espectadores le aclamaron después de abuchear a sus cuatro compañeros.
Jordan se ha encontrado con unos Bulls muy diferentes a aquéllos a los que hizo ganar tres anillos consecutivos. De entonces sólo quedan el base Armstrong y el alero Pippen. Y eso lo notó anoche. Físicamente se mostró en forma, con la misma velocidad en el primer paso, pero le fallaron los automatismos de su antiguo equipo y, aunque deleitó con alguna de sus bandejas a una mano, suspendido en, el aire, le fató ese punto final que le hizo un matador.
El Indiana Pacers no era precisamente, una perita en dulce para el regreso de Jordan. El equipo de Indianápolis es el líder de la división central y atraviesa un momento dulce en la NBA. Además, ayer salió muy motivado. Un botón de muestra: a Reggie Miller le tocó encarar y defender a Jordan. El alero de los Pacers lleva una media de 19 puntos y frente a los Bulls anotó 15 sólo en la primera mitad del partido. Y sus compañeros no se achicaron, sino que dieron duro a los toros.
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