Chirac combina europeísmo y nacionalismo militar al presentar su política exterior
Jacques Chirac se adentró ayer en el cenagal en que esperaban verle hundirse sus rivales: la política intemacional y europea. Pero el candidato a la presidencia no titubeó, ni lanzó guiños a su electorado más nacionalista. En su declaración programática sobre política exterior, Chirac se declaró "personalmente comprometido" con la unión económica y monetaria de la Unión Europea y apostó por la consolidación del eje franco-alemán como núcleo de la UE. El patriotismo gaullista se circunscribió a la Defensa, en el que anunció la renovación del arsenal atómico y la reanudación de los ensayos nucleares franceses, suspendidos desde 1992.Jacques Chirac está consiguiendo cerrar con éxito una OPA política sobre un sector que siempre se le había resistido, el del centrismo europeísta, cuyos líderes históricos son el ex presidente Valéry Giscard d'Estaing y el ex primer ministro Raymond Barre. Ambos han renunciado a ser candidatos, y ambos han emitido claras señales de aproximación a su antiguo enemigo Chirac.Giscard ha dicho que Alain Juppé, actual ministro de Exteriores y lugarteniente de Chirac, sería "el mejor primer ministro" para el próximo presidente. Y hoy se reunirá con el alcalde de París. Por el lado de Barre, el diputado Bruno Durieux, uno de los más fieles barristas, anunció ayer que votará por Chirac. "Después de su discurso sobre Europa, ya no tengo dudas" afirmó. Poco a poco, los sectores centristas de la gran coalición giscardiana Unión para la Democracia Francesa se acercan a Chirac.
El discurso de Chirac fue perfectamente homologable a nivel europeo, y no muy distinto a los de su correligionario gaullista y archienemigo Édouard Balladur y del socialista Lionel Jospin: los tres quieren mantener a Francia sobre los raíles establecidos durante los dos septenatos presidenciales de François Mitterrand.Como Jospin, Chirac prefirió no definirse sobre el momento, adecuado para acceder a la unión monetaria. La moneda única llegará, dijo, "en cuanto se reunan las condiciones previstas en el Tratado de Maastricht", lo cual no será fácil "dado el nivel del déficit público francés" (5,6% en 1994 y una previsión oficial del 4,6% en 1995, frente al'3% máximo exigido para lograr la unión en 1997).
El alcalde de París afirmó que Francia, "que con Alemania ha de formar el armazón de la unión monetaria, deberá imperativamente realizar esfuerzos" para reducir su déficit. Y señaló la necesidad de buscar "una posición común franco-alemana" sobre las instituciones europeas antes de la conferencia intergubernamental de 1996, para desarrollar un Tratado de Maastricht que, dijo, no había respondido a las grandes expectativas que despertó.
Chirac, que sólo cuatro meses atrás propugnó un referéndum previo al acceso a la moneda única y alarmó tanto a los mercados financieros como a la diplomacia alemana, se limitó ayer a proponer "un auténtico debate nacional" antes de dar el crucial paso, sin más especificaciones. Y anunció que, de ser elegido presidente, lanzará "una iniciativa fuerte" para crear un mecanismo multilateral destinado a estabilizar los tipos de cambio de las divisas, no limitado a las grandes potencias del G-7 [los siete países más industrializados del mundo], sino más bien encuadrado dentro del Fondo Monetario Internacional.
Para reforzar "la imagen exterior y la identidad" de la Unión Europea, Jacques Chirac propuso una idea novedosa: la elección por tres años de un presidente del Consejo de Europa, entre los 15 líderes nacionales que lo componen. Este presidente de Europa sería "la cara y la voz" del Consejo y se coordinaría con las actuales presidencias semestrales. Sobre la futura Unión Europea extendida "a veinte o treinta socios", se mostró bastante próximo a Balladur: frente a la teoría de los "círculos concéntricos" propuesta por el primer ministro-candidato, el alcalde de París planteó la exigencia de que todos los países miembros se ciñeran a "una unión aduanera y a una política común en materia de comercio, diplomacia y defensa", dentro de la cual podrían crearse 1azos privilegiados" entre los Estados que lo desearan. Más allá de las fronteras de la UE debería crearse "un edificio paneuropeo" basado en una coordinación estrecha con Rusia y la CEI.
En materia de defensa, Chirac optó por distanciarse de la tradición gaullista sobre la soberanía nacional y defendió "una nueva relación con la OTAN", en la que Francia, sin retornar a la estructura integrada que abandonó hace 30 años Charles de Gaulle, participara "en todas las instancias de la Alianza Atlántica" y pudiera consolidar su amistad con Estados Unidos. Asimismo, se declaró "evidentemente partidario" de una ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU que permitiera el ingreso de Alemania y Japón como miembros permanentes. Y anunció una "modernización de las fuerzas nucleares francesas" para lo que haría falta romper la moratoria de ensayos ordenada en 1992 por François Mitterrand, y seguida por Estados Unidos y Rusia. Según Chirac, tras una decena de ensayos sería posible disponer de la tecnología necesaria para realizar las pruebas en laboratorio, como hacen ya los científicos militares estadounidenses.
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