Propuesta para incentivar el realojamiento de cooperativas

Implicar a toda la sociedad en el realojamiento de chabolistas es el objetivo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), que preside Prisciliano Castro. Esta entidad ciudadana ha propuesto al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid que los habitantes de las favelas no sólo sean realojados en pisos sociales, sino también en bloques de protección oficial construidos por empresas o cooperativas. Su propósito es incentivar, con mayores subvenciones y con prioridad en los concursos de suelo público, a los promotores que acepten acoger a un 5% de familias chabolistas en sus bloques.Según la FRAVM, en toda la región viven unas 3.000 familias chabolistas, de las que sólo un millar estarían incluidas en los censos del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada.

La federación se compromete, como promotora que es de varias cooperativas de vivienda, a cumplir este plan, que busca extender a otras cooperativas y empresas. Los pisos para realojamientos obtenidos de esta manera no serian propiedad de los chabolistas, sino de las administraciones públicas, que adquirirían la vivienda igual que el resto de los compradores o cooperativistas. Si se tratase de pisos en régimen de alquiler, las instituciones encargadas del realojamiento responderían de las rentas.

Ponen un ejemplo: de las 24.870 viviendas de protección oficial y precio tasado previstas en los nuevos barrios de Las Tablas, Montecarmelo, Sanchinarro y Carabanchel con este sistema propuesto del 5%, si los promotores accedieran, se podrían conseguir 1.243 pisos para trasladar a chabolistas.

Los vecinos parten de que el realojamiento de estas familias, si se cuenta únicamente con las viviendas públicas de las instituciones, es muy lento, ya que, para evitar problemas de convivencia, se restringe a un 10% el número de chabolistas por bloque. Por eso, además de extender los realojamientos a los pisos de protección oficial, también apoyan iniciativas como los alquileres de viviendas públicas con aval oficial y la penalización fiscal de la tenencia de viviendas vacías.

Otra de las propuestas es que los dueños de los terrenos ocupados por chabolas, en los que suele haber intereses urbanísticos, aporten una cantidad para costear los realojamientos.