El dólar mantiene su fragilidad y la peseta se recupera débilmente
La tensión monetaria se mantiene. La tregua que se han dado los mercados por la expectativa de que suban próximamente los tipos de interés en Estados Unidos, a raíz de la fuerte creación de empleo en febrero en este país, empezó a romperse ayer. El dólar se depreció ligeramente frente al marco, arrastrando consigo a las monedas europeas más débiles. Esta vez, la peseta aguantó mejor: cerró a 91,95 unidades por marco (92,30 el viernes pasado) apoyada por la intervención del Banco de España. La suerte de la moneda española depende hoy del dato de inflación en febrero y la decisión que adopte el banco emisor sobre los tipos de interés oficiales.
El dólar mantuvo ayer a duras penas la recuperación que registró el viernes pasado gracias al buen dato de empleo en este país. Los mercados esperan impacientes a que las autoridades monetarias de EE UU y Alemania, que la semana pasada apoyaron verbalmente al dólar y las monedas europeas más débiles, actúen. Ayer las declaraciones de varios gobernadores de la Reserva Federal, banco central estadounidense, al diario The New York Times en contra de la necesidad de restringir más la política monetaria desinflaron las expectativas del mercado en este sentido, lo que amenaza con eliminar un soporte importante para el dólar. Desde primera hora de la mañana la moneda estadounidense tuvo que ser apoyada por el Banco de Japón para evitar que cayera por debajo de los 1,40 marcos y 90 yenes. La acción en solitario del banco emisor nipón tuvo efecto. En Europa la moneda estadounidense cerró a 1,4082 marcos y 90,45 yenes, algo depreciada frente a 1,4150 y 91,50 del viernes, pero lejos de los mínimos históricos de 1,3455 y 88,75 de la semana pasada.Las monedas europeas cuyos países atraviesan problemas políticos o presupuestarios se vieron de nuevo arrastradas por la debilidad del dólar frente al marco. Las subidas de los tipos de interés en Francia, Dinamarca, Bélgica e Irlanda no bastan para disuadir la especulación. Hoy el mercado espera que el Banco de España, que la semana pasada aumentó 0,50 puntos el tipo de intervención diario, haga lo propio con el precio oficial del, dinero, ahora en el 8%. De hecho, la banca comercial ya lo dio por descontado y la semana pasada subió en la misma medida sus créditos preferenciales.
La peseta tuvo una sesión volátil. Tras abrir cerca de las 93 pesetas por marco presionada por la debilidad del dólar y el fuerte aumento de los precios industriales, logró cerrar en Europa a 91,95, apreciada incluso sobre el cierre de 92,30 del viernes pasado. Los operadores coincidían en señalar que esta recuperación se debió a la intervención del Banco de España.
Al margen de la debilidad de la peseta, el banco emisor, opinan los analistas, se verá obligado a subir sus tipos para contrarrestar el impacto inflacionista que tiene una peseta tan débil (vía importaciones más caras). La publicación ayer de los precios industriales (que crecieron un 1,6% en enero y sitúan la tasa de los últimos doce meses en el 5,70/6), añade presión en este sentido. El dato de IPC de febrero, que se conoce hoy, podría ayudar a despejar la incertidumbre del mercado en el frente inflacionista, especialmente cuando aún no se ha absorbido el incremento del IVA. La peseta, opinan, estará a salvo si los precios no suben más del 0,3% esperado. "Un incremento mayor añadiría presión", señala un operador del mercado de deuda.
En vísperas de que el banco emisor español decida si sube el precio oficial del dinero, varios organismos publicaron ayer informes contrarios a esta medida. El Consejo Económico y Social considera que la subida de tipos, a consecuencia de la inestabilidad de los mercados financieros, "puede frenar el crecimiento de la inversión y, por tanto, debilitar el proceso de recuperación". El Banco Central Hispano, en su informe de coyuntura, señala que de aumentar las tensiones monetarias tendrá que revisar a la baja el crecimiento del 3% para este año.
El apoyo institucional permitió a la moneda española comportarse mejor que el resto de las europeas. La libra esterlina llegó a caer a nuevos mínimos históricos de 2,2130 marcos. Además de la crisis de popularidad del primer ministro John Major y la división del del Partido Conservador sobre la cuestión europea, los inversores están preocupados porque la economía se haya frenado en exceso y los tipos río suban en los próximos meses. El franco, que también se aproximó a sus míminos históricos cerró en un nivel similar al viernes: 3,5653. La lira italiana perdió terreno y quedó a 1.199,66 (1.183 la sesión anterior).
Todas las bolsas europeas, salvo la española, retrocedieron. París cayó un 1,2%, Francfort un 1,7% y Londres un 0,31%. La Bolsa de Madrid estuvo más atenta a las apuestas sobre la cuantía de la subida de tipos hoy -entre 0,5 y un punto-, informa Rafael Vidal. Su índice subió un 0,05% evitando un nuevo mínimo. El mercado de deuda mantuvo un comportamiento más positivo, volviendo a situarse el diferencial con Alemania -que mide la prima de riesgo que se pide a España- por debajo de los 5,00 puntos (4,97).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.