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El PP destapa otro contrato irregular de la consejería de Virgilio Cano

Javier Casqueiro

Irregularidad, dicen los denunciantes; urgencia más o menos frecuente, aseguran los denunciados; anormalidad, mantienen los interventores. Así califican los distintos implicados la nueva demanda del Partido Popular contra una actuación de la Consejería de Cooperación, que dirige el socialista Virgilio Cano. Este consejero ha soportado durante los últimos cuatro años las acometidas impetuosas del PP contra su gestión. Las denuncias por supuestas corruptelas en Cooperación se han repetido durante toda la legislatura. Incluso en julio pasado fue tomada la consejería por los diputados de la oposición para fotocopiar expedientes.Arturo Gonzalo, director de la Agencia de Medio Ambiente departamento responsable de la adjudicación irregular-, admite que se saltó los trámites habituales cuando contrató, por 19 millones, una campaña de publicidad con la empresa de comunicación Maketa, don de han trabajado los maridos delas dos últimas secretarias de confianza del consejero Virgilio Cano.

Tanto el director de la Agencia de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo, como su jefe, Virgilio Cano, justifican esta decisión por la urgencia de poner en marcha una campaña de imagen del Plan Forestal.

Las prisas han sido destapadas por el PP, que quiere echar aceite al fuego de sus críticas contra el consejero Virgilio Cano. La nueva denuncia constituye un capítulo más en los numerosos casos de presuntas irregularidades que los populares han descubierto durante la presente legislatura. La Consejería de Cooperación ha sido el principal objetivo de los populares. En 1992, el departamento presidido por Virgilio Cano sufrió una investigación parlamentaria por otro escándalo destapado por el PP sobre el presunto trato de favor a la empresa Construcciones Atocha. Dos funcionarios de la consejería fueron acusados por el fiscal de estafa y falsedad en documento público por este caso.

El PP, olvidado el caso Ibercoop, que implicó a un alto cargo de la Consejería de Economía y acabó ocasionando su dimisión por adjudicar ayudas a empresas en las que participó, ha vuelto a poner cerco al departamento de Cano, uno de los hombres fuertes en la candidatura del socialista Joaquín Leguina.

Aunque hace varios años el PP ya alertó sobre la adjudicación de contratos a Maketa, firma en la que trabajaba el marido de su ex secretaria, el departamento del consejero de Cooperación ha insistido en contratar a la misma empresa. '7rabajan muy bien", argumentan. El director de la Agencia de Medio Ambiente decidió, en abril del año pasado, publicitar el plan forestal de la Comunidad. Como no disponía de dinero presupuestado para ello, lo sacó de otras partidas de la Agencia. Sin embargo, Arturo Gonzalo no quiso esperar los dos o tres meses de plazo que hay que cumplir para tramitar una modificación presupuestaria según las normas reglamentarias.

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Los interventores descubren que el contrato con Maketa fue ilegal

VIENE DE LA PÁGINA 1Arturo Gonzalo explica que la urgencia de presentar el plan, reclamado desde hacía meses por la Asamblea y por el Consejo Asesor de Medio Ambiente, le hizo contratar la campana sin cumplir los trámites de fiscalización previa. Reclamó a la Consejería de Cooperación una lista de empresas. expertas en comunicación y fue ésta quien le puso en contacto con tres empresas especializadas. Luego, Gonzalo le concedió el contrato a Maketa porque presentó la oferta más barata: 19.050.763 pesetas.

El director de la agencia recuerda que en aquel momento no se conocía ningún caso de irregularidad relacionado con Maketa ni sabía que en esa firma habían trabajado varios años los dos maridos de las dos últimas secretarias de su consejero. Gonzalo comentó que, de haberlo sabido, quizá habría actuado de otra manera y califica de "casualidad" que finalmente el contrato recayera en Maketa.

EL PAÍS publicó, en junio de ese año, que Cooperación adjudicó directamente a Maketa en los últimos cinco años 15 contratos por valor de 278 millones.

La intervención delegada de la propia Agencia de Medio Ambiente y el jefe del servicio de relaciones institucionales de la Consejería de Hacienda han redactado informes donde concluyen que el contrato fue irregular: "De haberse conocido la propuesta en su día, se hubiera informado desfavorablemente por faltar toda la documentación exigida".

Hasta Virgilio Cano ha reconocido que se inició la campaña con Maketa incluso antes de contratarla, pero lo justificó así: "Efectivamente, no cumplimos la fiscalización previa en ese contrato porque teníamos urgencia en iniciar la campaña. Por eso mismo la convalidamos más tarde, como se hace otras veces, en el Consejo de Gobierno".

Tanto Gonzalo como Cano indicaron que es "más o menos frecuente" que este tipo de "actuaciones anormales" se lleven a cabo y más tarde sean convalidadas por el Consejo de Gobierno. Así sucedió en este caso. El 20 de octubre pasado, el Gobierno de Joaquín Leguina legalizó el contrato. La orden de pago se ejecutó el 22 de diciembre.

Edición de 1.000 libros

La campaña de imagen consistió en la edición de 1.000 libros y en una serie de carteles, y fue, presentada públicamente dos veces.Sin embargo, ni la campaña ni el Plan Forestal han llegado todavía a la Asamblea de Madrid, como recuerda la diputada del PP, María Teresa de Lara, por lo que no se puede justificar la urgencia del contrato. La parlamentaria cuestiona incluso el sentido de la campaña: "En la Agencia hay muchos técnicos desocupados que no hacen nada y podían hacer ese trabajo por mucho menos dinero. 19 millones es un gasto innecesario y muy alegre". Gonzalo niega que se trate, de gasto alegre y asegura que el Arabajo de Maqueta "fue satisfactorio".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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