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Reportaje:CLIMATOLOGÍA: MUESTRAS DE HIELO Y SEDIMENTOS MARINOS

Un 'interruptor' en la corriente oceánica, probable inductor del cambio climático

El clima terrestre tiene la habilidad de cambiar abruptamente de un modo de operación a otro y este cambio es disparado por un interruptor todavía desconocido, según indicios acumulados en los últimos años. "Dado nuestro conocimiento incompleto del clima no podemos desechar que se produzcan sorpresas, si tenemos en cuenta que el sistema climático está siendo molestado por el hombre como nunca antes", dice el geofísico Wallace S. Broecker, de la Universidad de Columbia (EE UU).Para tener una idea de lo que puede pasar al calentarse la atmósfera por la emisión debido a las actividades humanas de gases de efecto invernadero, los científicos han vuelto la vista atrás, han estudiado el clima del pasado. Por otra parte han puesto en marcha modelos matemáticos de predicción climática que tratan de integrar la interacción entre la atmósfera, los océanos y los hielos polares para ver el futuro.

De todo ello están sacando una imagen de cómo funciona el clima que preocupa a algunos de ellos, como Broecker: "Si miramos los modelos atmosféricos, en caso de cambio climático las alteraciones serán suaves, pero si miramos los de circulación oceánica obtenemos rápidos saltos de un modo de operación a otro, con características caóticas. Y todavía no hay modelos satisfactorios que tengan en cuenta la interacción de los dos".

Broecker recordó en la reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, celebrada en Atlanta (EE UU), que, a pesar de que en los últimos 10.000 años la estabilidad climática ha sido grande, los datos que van reuniendo trabajosamente los científicos indican que antes hubo cambios abruptos. Estos datos se obtienen de muestras extraídas en perforaciones en el hielo de Groenlandia y en sedimentos marinos del Atlántico norte -como los últimos presentados por Gerald Bond, compañero de Broecker-, además de la observación de corales, árboles y glaciares. El último salto se produjo hace unos 12.000 años, en sólo tres décadas.Se desgajaron los icebergs

El ciclo se iniciaba con la bajada de las temperaturas y la consiguiente acumulación de hielo que terminó desgajandose en el Atlántico norte en forma de icebergs que invadieron el mar. Broecker y otros sospechan que esta inyección de agua dulce en altas latitudes fue el interruptor buscado, ya que ralentizó la gran cinta transportadora oceánica que hace circular el agua equivalente a 100 ríos como el Amazonas por los océanos y distribuye aguas frías y calientes, con la consiguiente bajada todavía más rápida de las temperaturas en el Atlántico norte.

A esta teoría le falta añadir el factor atmosférico y parece indicar que para que se produzca un cambio abrupto hace falta mucho hielo en los polos, lo que no es la situación actual. Pero, insiste Broecker, "no existe seguridad de que el sistema climático actual es inmune al desequilibrio y lo mejor es estar preparados". Si hubiera un cambio climático abrupto consistiría en modificaciones importantes en el régimen de lluvias, grandes diferencias de temperaturas entre regiones y cambios en la concentración de los gases atmosféricos, con profundos impactos en la agriculturas y las condiciones de vida.

Lo que estos expertos no saben es cuánto subió el nivel del mar en cada uno de estos cambios abruptos históricos y difieren en cuanto a lo que puede subir con el calentamiento global ahora, aunque, señala Richard Alley (Universidad Estatal de Pensilvania): "Nadie duda de que va a subir". ¿De dónde vendrá el agua? Si se derritiera el casquete ártico, el nivel subiría entre 5 y 6 metros; si se derritiera el antártico, subiría 55 metros.

A Charles Bentley (Universidad de Wisconsin) no le parece probable que se derrita la Antártida. Sus estudios del hielo allí indican que es muy estable y que al menos en 200 años no contribuirá a la subida del nivel del mar. William Tanner afirma que sí se han producido cambios significativos del nivel del mar en la época estable que empezó hace 10.000 años. Hace 8.000 años subió rápidamente para bajar dos siglos más tarde.

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