La oposición guineana teme por la vida de Moto, recluido en la cárcel más siniestra del país
Severo Moto, presidente del Partido del Progreso (PP) y principal líder de la oposición en Guinea Ecuatorial al régimen del presidente Teodoro Obiang, fue conducido el lunes a la cárcel de Blackbeach, en la bahía de Malabo, considerada por los enemigos del régimen como la más siniestra país, tras ser condenado el mismo día a os años y medio de prisión por corrupción y calumnias contra el jefe del Estado. Toda la oposición de dentro y fuera del país se ha movilizado con un único objetivo: salvar la vida del principal rival político de Obiang. El Ministerio español de Exteriores convocó ayer al embajador de Malabo en Madrid, Santiago Nsobeya, para expresar su "gran preocupación".
Fuentes locales en Malabo informaron que Moto, que se hallaba bajo detención domiciliaria desde el 27 de enero, fue conducido a Blackbeach, un lugar tenebroso cuyo sólo nombre produce terror a los presos políticos, tan pronto fue hecha pública la sentencia en que resultó condenado a primeras horas de la tarde del lunes. En principio se creyó que Moto quedaría en la misma situación al menos hasta que fuese resuelto el recurso presentado contra su condena ante el Tribunal de Apelación.El ingreso en la cárcel se realizó, según fuentes de la oposición, con procedimientos vejatorios para el detenido. Fue desnudado y pelado al rape, y luego encerrado en una celda de 1,5 metros cuadrados. En esta situación pasó la noche del lunes al martes. El coordinador de la Plataforma de Oposición Conjunta (POC), Plácido Micó, explicó desde Malabo: "Severo Moto fue metido desnudo en una celda de castigo y maltratado. La familia no le puede llevar ni ropa y tiene que dormir en un suelo húmedo y lleno de porquería".
La actitud de las autoridades de Malabo con el detenido se considera sospechosa en medios diplomáticos y de la oposición. Ayer se reunió la POC y en un comunicado denunció la condena de Moto "en juicio político" y confirmó que la oposición seguirá adelante con su política de participar en las elecciones municipales de mayo. Micó dijo: "Obiang quiere provocar situaciones que nos hagan retirar del proceso electoral". También dijo telefónicamente que en Malabo hay rumores fundados de que la intención de Obiang es trasladar a Moto a Bata para someterle a juicio sumarísimo por encabezar un intento de golpe de Estado. "Moto fue implicado en ese asunto por un miembro de su propio partido después de ser detenido y torturado durante ocho días. Esa persona declaró supuestamente que Moto viajó a EE UU y España para organizar la invasión militar de Guinea y derrocar a Obiang". La consecuencia de ello ha sido la detención durante la última semana de numerosos militares, que permanecen presos en el palacio de África, en Bata, "sometidos a continuas torturas". "Si Moto es juzgado en ese proceso será condenado a muerte".
La oposición interior guineana considera que España puede presionar a Obiang con algo más que con protestas diplomáticas: con el tema de la deuda, la ayuda internacional y las relaciones económicas. "España no debería tener trato de favor con el régimen si éste no respeta el proceso democrático", asegura Micó. La comunidad de donantes en Guinea, integrada por las embajadas de España, EE UU, Francia, la UE y el Programa de la ONU para el Desarrollo, suspendió una reunión que tenía prevista ayer con la POC. El encuentro se celebrará hoy.Garantías de buen trato
Además de la convocatoria del embajador guineano en Madrid, el de España en Malabo, José María Otero, fue recibido ayer por la tarde por el presidente Obiang, a quien expresó la preocupación del Gobierno de Madrid. El embajador pidió garantías de buen trato al preso y que su estancia en Blackbeach sea modificada por la situación de detención domiciliaria. Las grandes dudas se ciernen precisamente sobre esto, y la oposición asegura que el régimen guineano seguirá su política como una apisonadora: desactivar políticamente al principal rival de Obiang manteniéndole en prisión e incluso facilitar el suicidio del reo.
El vicepresidente del PP, Armengol Engonga Ondo, fue muy preciso al comentar a EL PAÍS que "las cárceles de Obiang suicidan a los opositores". "Si no hay presión suficiente, Moto puede morir", añadió. "Pero una simple llamada telefónica desde España por la persona adecuada podría resolver la situación".
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