Conde se querellará contra los responsables del Gobierno que ordenaron el 'Informe Crillón'

El ex presidente del Banco Español de Crédito (Banesto), Mario Conde, ha encargado a sus abogados la elaboración de una querella contra los responsables del Gobierno que ordenaron a la agencia de detectives norteamericana Kroll Associates una investigación sobre sus actividades públicas y privadas en 1991 y primeros meses de 1992. En mayo de 1994, el ex director de la Guardia Civil, Luis Roldán, apuntó al vicepresidente del Gobierno.

Narcís Serra fue, según Roldán, quien le solicitó la elaboración de un dossier sobre el banquero y la contratación de los detectives se realizó con cargo a fondos reservados. La primera aparición pública de Conde, después de su rueda de prensa del 11 de enero de 1994, tras la intervención de Banesto, fue precisamente en relación a las informaciones difundidas por Roldán. El 11 de mayo, el ex banquero hizo público un comunicado en el que se mostraba "consternado" por el hecho de que su vida privada y su intimidad familiar hubieran podido ser objeto de una investigación por orden del Estado. Conde anunció entonces que se reservaba los derechos para emprender acciones legales.

A finales de mayo de 1994, Conde logró entrevistarse con el presidente del Gobierno, Felipe González, en el palacio de la Moncloa, tras mantener ambos conversaciones telefónicas con ocasión de la denuncia de Luis Roldán sobre el llamado Informe Crillón, llamado así por el hotel parisino en el que se celebró la reunión con los investigadores privados para contratar sus servicios. Según Conde, el presidente del Gobierno le negó que él tuviera algo que ver con la contratación de la agencia Kroll o la solicitud de informes sobre sus actividades.En rigor, el ex banquero ya conocía con bastante antelación la información aflorada por Roldán. En septiembre de 1993, agentes de Kroll se pusieron en contacto con el banco norteamericano J. P. Morgan en Nueva York para comentar aspectos de su investigación, lo que inmediatamente fue conocido en Madrid. Por otra parte, en las negociaciones entre Banesto y el Banco de España, en el mes de diciembre de 1993, una de las enviadas de Conde, la consejera Paulina Beato, preguntó a sus interlocutores del Banco de España por el informe secreto de Kroll.

Fuentes jurídicas consultadas señalaron que el destinatario de la querella podría ser el vicepresidente Narcís Serra, a quien Conde atribuye la responsabilidad por el encargo del citado informe así como haber jugado un papel especialmente hostil a su permanencia en Banesto.