Los francotiradores vuelven a manchar de sangre las calles del centro de Sarajevo
La avenida de los francotiradores de Sarajevo ha vuelto a mancharse con un reguero de sangre. Un hombre de 44 años que viajaba al mediodía de ayer en el tranvía que circula por el centro de la capital bosnia resultó herido por los disparos de un francotirador en las inmediaciones del hotel Holiday Inn. Los tiradores emboscados, que abren fuego indiscriminado contra los transeúntes desde la orilla serbia del río Miljacka, mataron a una persona e hirieron a otras 13 durante la semana pasada.Los cascos azules franceses que protegen a la población civil respondieron con el fuego de sus armas a la agresión. "Cada vez que actúan los francotiradores contestamos con una o dos ráfagas de nuestra ametralladora de 20 milímetros [de calibre]", explicaba la oficial Miriam Souchaki, portavoz de las tropas francesas en Sarajevo.
Las Fuerzas de Protección de Naciones Unidas (Unprofor) han organizado patrullas anti francotiradores para que pueda reanudarse el servicio de tranvías, suspendido durante dos días a lo largo de la semana pasada.
Los peatones, algunos de los cuales llevaban en volandas a sus hijos, atravesaban ayer a la carrera los cruces de calles expuestos a los disparos para ponerse a cubierto tras los blindados de los cascos azules. "Si vas a morir, morirás hagas lo que hagas", sentenciaba con resignación una mujer de mediana edad mientras paseaba por una encrucijada.
Por otro lado, cinco miembros de la organización Farmacéuticos sin Fronteras, cuatro franceses y un estadounidense, fueron detenidos el sábado por soldados serbiobosnios cuando intentaban llegar a Sarajevo por una ruta equivocada.
Sin embargo, las tropas serbiobosnias permitieron ayer la llegada de víveres para los más de 700 cascos azules holandeses que estaban a punto de agotar sus reservas en el enclave musulmán de Srebrenica, al este de Bosnia-Herzegovina.
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