González y Ardanza deciden impulsar el Estatuto de Gernika

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el lehendakari, José Antonio Ardanza, decidieron ayer dar un nuevo impulso al Estatuto de Gernika, en una reunión, celebrada en La Moncloa, que se prolongó durante cerca de tres horas. Ardanza dijo tras la reunión que había acordado con González unos mecanismos y un calendario de trabajo para dar unos pasos importantes en unos plazos que no precisó.La reunión de ayer era, el primer encuentro institucional entre González y Ardanza desde hace cuatro años. Los anteriores encuentros entre ambos mandatarios, en julio de 1993, tuvieron como único objeto discutir la posibilidad de participación de los nacionalistas vascos en el Ejecutivo tras las elecciones generales, que al final no cuajó.

Ardanza fue muy claro con la finalidad de este encuentro: "Lo que quería era tener constancia clara de que se va a seguir avanzando en el desarrollo del Estatuto de Gernika, que está prácticamente paralizado desde 1987", con la salvedad de un pequeño paquete de traspasos que se produjo el año pasado y cuya principal transferencia fue la de la competencia de Obras Hidráulicas.

El Gabinete vasco demanda ahora a la Administración central el traspaso de la competencia del personal de la Administración de justicia, el Instituto Nacional de Empleo (Inem) y la formación profesional, así como el cumplimiento de algunos compromisos pendientes en materia de infraestructuras.

Ardanza admitió ayer que si el desarrollo estatutario vasco experimenta un impulso puede contribuir a mejorar las relaciones parlamentarias entre el PNV y el Gobierno de González, deterioradas desde el debate sobre el estado de la nación, cuya resolución, suscrita por el Gobierno y CiU, no votó el Grupo Vasco, que encabeza Iñaki Anasagasti. "A nivel parlamentario, la respuesta la tiene que dar el PNV, pero si los mecanismos funcionan tal como están previstos, naturalmente, tendrá efectos positivos a todos los niveles", dijo ayer Ardanza.