Interior intentó negociar la entrega del prófugo a través de su esposa

El 24 de mayo de 1994, dos mujeres salieron de una cafetería de Madrid y se encaminaron hacia la plaza de Cibeles. Una de ellas parecía deprimida y decía sentirse agobiada por la persecución constante a que la sometían unos policías. Su nombre era Blanca Rodríguez, la mujer de Luis Roldán. "Sé que estás en el ministerio de Interior", le dijo Blanca a su acompañante. Estaba en lo cierto. La otra mujer era Maria Antonia Cao, asesora ejecutiva de la secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles.No era la primera vez que las dos mujeres se veían. Una semana antes, la funcionaria de Interior había llamado a Blanca y se había desplazado a La Coruña para verla. María Antonia Cao intentó persuadir a Blanca para que su marido se entregara. Según consta en el sumario, la funcionaria no le ofreció nada tangible a cambio, pero dejó entrever algunas ventajas que supondría la entrega.

María Antonia Cao le señaló a Blanca que el único cargo contra su marido era el delito fiscal, que la pena no superaría los seis años de prisión y que, si la investigación proseguía, podrían probarse delitos adicionales. "La pena sería inayor", repitió la funcionaria varias veces. "La pena sería mayor".

Los ofrecimientos siguieron: La seguridad en la cárcel estaría garantizada. Más aún, Roldán sería detenido por los "conocidos" suyos Maxi y Modesto. Uno de los policías que, nueve meses después, han detenido a' Roldán se llama Maximiliano García Cantos. "Hombre, Maxi", parece que dijo Roldán al reconocerlo. García Cantos había sido condecorado en su día por Roldán.

El piso de París

Blanca no dio ninguna respuesta en la cita de La Coruña. Pero una semana después, fue ella quien se puso en contacto con María Antonia Cao con lo que parecía una contrapropuesta. "Todo lo de mi marido está en el piso de París" dijo Blanca en esa ocasión. También le señaló a la funcionaria de Interior que todo el patrimonio de Roldán se basaba en fondos reservados,. y que pensaba que "ni siquiera habría delito fiscal".

Según declaró María Antonia Cao en el sumario, fue el propio Belloch quien le propuso que volviese a llamar a la mujer de Roldán para proponerle que fueran a París, en compañía de la policía, para recoger la documentación del piso. Blanca reaccionó con reticencia aquella vez. "En el piso no hay nada", dijo, "es sólo la madeja que lleva al final del ovillo".

El siguiente contacto tuvo lugar tras la detención de Costacurta. Margarita Robles sugirió a su asesora que volviera a llamar a Blanca y le dijera que habían detenido a Roland Costacurta. También le advirtieron que podían terminar implicándola a ella. "Piensa en tu hijo", le dijeron. "Llevo 41 días sin ver a mi marido", replicó.