El presidente de Barings cree que su banco ha sido objeto de una conspiración
El banco Barings fue víctima de un fraude premeditado que perseguía su hundimiento, a juzgar por las declaraciones del presidente del grupo, Peter Baring. Según esta interpretación, el operador de la sucursal de Singapur, Nick Leeson, ayudado posiblemente por un cómplice, provocó intencionadamente el colapso de la institución de préstamo más antigua del Reino Unido y revolucionó los mercados de divisas internacionales.
En una entrevista concedida al diario Financial Times, Peter Baring asegura que en la filial de Singapur se produjeron "pequeños fraudes" desde principios del año 1994. Estas operaciones fraudulentas se intensificaron, siempre según la versión del presidente, en las últimas semanas.Baring desconoce el móvil exacto del fraude, pero está convencido de que ambos cómplices maniobraron a corto y largo plazo en el mercado de derivados. Leeson, por su parte, no informó de los contratos que se acumulaban y que finalmente el banco Barings no fue capaz de atender.
Las pérdidas causadas por Leeson, de 28 años, superan los 600 millones de libras (120.000 millones de pesetas). Esta deuda puede crecer en función de la evolución de unos contratos en el mercado de futuros estimados en 7.000 millones de dólares (casi 900.000 millones de pesetas), cuya fecha no ha expirado todavía.
La teoría del sabotaje, avanzada por el presidente del banco, Peter Baring, no es compartida por todos los analistas. Los operadores financieros en los mercados asiáticos consideran improbable que, de haberse tratado de un sabotaje, nadie hubiera detectado cuáles eran los planes de Leeson. "Las pérdidas fueron claramente consecuencia de una estrategia fallida", señaló un directivo de un banco estadounidense en Singapur. "Leeson trató de ocultar las pérdidas y huyó, en el más puro estilo de un operador financiero".
Desde que se admitió la suspensión de pagos, la noche del domingo pasado, los administradores designados, Ernst & Young, buscan comprador para las diversas filiales del Barings. El grupo tiene cuatro activos muy interesantes: una participación del 40% en el banco americano Dillon Read, el Baring Asset Management, el Baring Brothers y el Baring Securities.
Ernst & Young aseguró ayer que hay grupos británicos e internacionales interesados en adquirir partes del banco colapsado. Tampoco descarta la opción de vender en bloque el grupo Barings.
Mientras tanto, Leeson seguía ayer en paradero desconocido. Según algunos informes, el operador y su mujer salieron de Singapur el pasado jueves rumbo a Malaisia.
La policía de Malaisia había perdido ayer la pista de Nick Leeson. "Estaba en un hotel de Kuala Lumpur el viernes pasado", dijo un oficial de la polícía, "pero ésa fue la última vez que supimos de él". Las autoridades creen que Nick Leeson está todavía en Malaisia, ya que el departamento de inmigración no tiene registro de su salida del país.
Búsqueda de Leeson
Nick Leeson voló a Kuala Lumpur poco antes de que la magnitud de sus pérdidas llegara al conocimiento del banco Barings. Tanto sus colegas financieros como la policía especulaban con la posibilidad de que el operador intentara cruzar por el norte hacia Tailandia. Esta frontera es una densa selva surcada por rutas de contrabandistas y pasos abiertos hace años por los rebeldes comunistas.
Por otra parte, las autoridades japonesas rechazaron ayer la petición del Banco de Inglaterra para que colaboraran en un plan de rescate para el Barings. Tokio adujo que no era posible estimar la magnitud de las pérdidas que puede sufrir el banco. La mayor parte de ellas provienen de las operaciones lanzadas por Leeson en futuros y opciones sobre el índice Nikkei 225, por lo que la magnitud del desastre sólo podrá conocerse con exactitud cuando los contratos sean liquidados, lo que ocurrirá el próximo 10 de marzo.
Mientras, los bancos bursátiles Nikko y Daiwa Securities se han comprometido a absorber y liquidar las voluminosas posiciones dejadas por Barings en Japón. Según fuentes del mercado, Nikko negociará la cartera de Tokio y Daiwa se hará cargo de la de Osaka.
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