La derecha y la izquierda italianas se culpan de la caída de la lira

El futuro político de Italia se halla íntimamente ligado a la andadura de la lira, que ayer volvió a caer sin responder positivamente al plan de ajuste aprobado la víspera por el Gobierno de Lamberto Dini para recortar el déficit público en unos 20 billones de liras (cerca de 1,6 billones de pesetas). Para la izquierda, la falta de respuesta se debe al hecho de que la derecha mantiene la duda sobre si el plan será aprobado por el Parlamento. Para la derecha, la crisis es consecuencia del veto de la izquierda a elecciones generales anticipadas.El tono de la polémica, algo más moderado en días pasados, volvió a hacerse muy áspero por la tarde, cuando la divisa italiana descendió hasta 1.120 liras por marco, 20 más que la víspera.

"No puedo entender que quien tiene la responsabilidad de disolver las cámaras se niegue a hacerlo, pisoteando así los intereses de nuestro país", dijo anoche el líder de la derecha, Silvio Berlusconi, en referencia al presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro.

El jefe del Estado le respondió con un comunicado, en el que se reafirma el carácter constitucional y democrático del Gobierno de Dini, y en general del proceso político en curso, y se rechaza implícitamente la petición de elecciones inmediatas de Berlusconi. El Gabinete convocó ayer elecciones regionales para el 23 de abril, ignorando la petición de la derecha de celebrarlas junto a las generales.

"Conocer con exactitud desde ahora la fecha de las elecciones, según pretende Berlusconi, es tan imposible como conocer la fecha de la propia muerte. Ni yo ni Scalfaro le podemos dar una fecha fija. Por otra parte, si quiere que se vote, Berlusconi no tiene más que presentar una moción de censura contra el Gobierno de Dini y lograr que sea apoyada por la mayoría del Parlamento", dijo ayer Massimo d'Alema, secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS).

Nuevo sistema de pensiones

Dini se comprometió el jueves a realizar para finales de marzo la reforma del sistema de pensiones, el último de los cuatro objetivos pata los que nació su Gobierno, y a poner a continuación su cargo a disposición del Parlamento. Las medidas de austeridad de Dini han sido consideradas "necesarias y equitativas" por sindicatos y empresarios.

Berlusconi sostiene, en cambio, que el plan de ajuste "es un impuesto del que hay que culpar a [Umberto] Bossi [líder de la Liga Norte], a D'Alema y a cuantos han desestabilizado mi Gobierno hundiendo al país en la incertidumbre". Añade que, sin elecciones, sin un Gobierno estable que dure cinco años y que haga las grandes reformas, iremos al desastre. El Estado no podrá ni pagar los sueldos de sus empleados ni las pensiones".

La reforma del sistema de pensiones fue aplazada en diciembre por Berlusconi, cuando todavía, era primer ministro, a fin de contener las protestas de los sindicatos aparentemente inclinados ahora a negociar con Dini.

El líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, comparte las críticas al plan de ajuste de su aliado Berlusconi y anuncia que el texto del decreto correspondiente será probablemente modificado en el Parlamento, donde comenzará a ser debatido el martes en comisión del Senado.