La música de la razón pura
Tocó Pollini en Madrid y su actuación conmovió a todos. No es ni quiere ser un mito, sino un buscador de la verdad, y nadie que lo conozca suficientemente, que haya frecuentado sus actuaciones desde el comienzo, pudo ni podrá decir que Pollini cayó en pecado de divismo: no es divino, sino fieramente humano.Se resiste a los programas convencionales, corta los aplausos de salida iniciando de improviso la primera obra. Se muestra renuente a los excesos de las propinas y selecciona, aquí o allá, lo mismo a Bach, Beethoven, Chopin y Schumann que a Stravinski, Schoenberg, Webern o Luigi Nono. El pensamiento musical y pianístico de Pollini queda lejano de lo meramente virtuosístico y obedece a puras razones artísticas, a conceptos muy meditados ante el piano y fuera del piano.
Ciclo pianístico de la revista 'Scherzo'
M. Pollini. Obras de Schumann y Chopin. Auditorio Nacional de Madrid. 23 de febrero.
Ética artística
Por supuesto, se trata de un superdotado y, por si este fuera poco, de un serio estudioso con Carlo Viduso, maestro del piano al que todavía no se ha hecho, la debida justicia, que vivió entre 1911 y 1978. Asiste luego a las aulas de Arturo Benedetti y , en 1960, a los 18 años, obtiene el gran premio de Varsovia. El presidente del jurado, Artur Rubinstein, afirma decididamente: "Toca ya mejor que todos nosotros".
El arte de Pollini es la misma perfección y constituye un ejemplo máximo de insobornable ética artística, gracias a la cual el concertista se niega a admitir nada que no deba. Todo ello quedó claro en las excepcionales versiones de la Fantasía en Do Mayor, de Schumann, en los nocturnos y en la Sonata en Si Bemol Menor, de Chopin, probablemente en la mejor interpretación que hayamos escuchado nunca.
A través de una exposición extremadamente sobria, calculada con exactitud en todos los aspectos y detalles, Pollini logra una expresividad muy intensa. Y en cuanto a fidelidad a los textos, en todos sus niveles de lectura, la actitud del pianista milanés se alza como lección de oro. En su libro de ensayos sobre el piano, Pietro Rattalino acierta ya en el título, porque desde extraordinaria exactitud histórica y crítica, lo denomina Desde Clementi a Pollini. Este nuevo gran capítulo en la historia del piano recibió en el abarrotado auditorio algo más que el aplauso del público: su profunda adhesión.
Babelia
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