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Ecuador y Perú siguen a tiros en su guerra fronteriza

Juan Jesús Aznárez

Ignorado el alto el fuego decidido unilateralmente por Perú, la enmarañada crisis fronteriza entre este país y Ecuador continúa a tiros en Tiwintza, bastión amazónico reclamado por los dos partes: el Tiwintza mostrado por Quito es falso según el Gobierno peruano, y es de esperar que el ecuatorianono aceptará como bueno el bastión que el presidente Alberto Fujimori intentará visitar hoy. Son contradictorios todos los partes castrenses sobre la suerte de las posiciones en disputa, y ante esta confusión se abre paso el convencimiento de que únicamente una misión internacional podría determinar in situ la identidad de los propietarios de Tiwintza y la verdadera situación de los contendientes en ese tramo de la cordillera del Cóndor.Durante una alocución nocturna efectuada el martes (madrugada de ayer en España), y al igual que el pronunciamiento (le las autoridades peruanas, el presidente ecuatoriano, Sixto Durán-Ballén, se declaró "un hombre de paz" interesado en lograr un cese de hostilidades. "realmente auténtico". Sin abundar en los obstáculos que lo impiden, atiribuyó al "espíritu indestructiblel, de las Fuerzas Armadas que "mantengamos intactos nuestros destacamentos símbolos ya de nuestra dignidad histórica". El Estado Mayor ecuatoriano, que facilitó el acceso de la prensa hasta el puesto que Quito cita como Tiwintza, alertó sobre la movilización peruana "desde la Tercera Región Militar, limítrofe con Chile, de dos batallones de infantería motorizada y elementos de las divisiones blindadas número 3 y 6 con destino a la frontera de nuestro país".

En su primera conferencia de prensa con corresponsales, el general Daniel Mora, jefe de información del Ejército, negó la versión ecuatoriana al subrayar que sus destacamentos son atacados, pero la bandera peruana ondea en las posiciones cuyo control consideró imprescindible el Gobierno de Lima para avanzar en las negociaciones de paz de Brasilia: Base Sur" Cueva de los Tallos y Tiwintza. Según ese jefe militar, la reconquista de esta última plaza no significa la toma de un cuartel con ese nombre, sino la desarticulación de las fuerzas invasoras y el control peruano sobre un área de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados. El general Nicolás Hermoza Ríos, presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, insistió en que las tres bases fueron ya reconquistadas,. pero cada una de ellas cuenta en Ecuador con una versión gemela.

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