Perú y Ecuador declaran un alto el fuego
ENVIADO ESPECIAL Perú y Ecuador anunciaron inesperadarnente esta madrugada un alto fuego en su conflicto fronterizo. Sin mediar acuerdo entre ellos, los gobiernos de Lima y Quito decretaron un alto el fuego "unilateral". Tanto el presidente peruano Alberto Fujimori como el ecuatoriano Sixto Durán-Ballén tenían previsto dirigirse esta noche -cinco de la madrugada hora peninsular española- por televisión a la ciudadanía para explicar el alcance de su deciación de cesar los combates. La guerra, había experimentado una nueva.: escalada militar durante el fin de, semana, pero la esperanza de, una solución al conflicto renació ayer. El Gobierno ecuatoriano fué el primero en anunciar que hoy martes declararía unilateralmente el alto el fuego e invitó a, una misión de los países mediadores -Argentina, Estados Unidos, Brasil y Chile- a supervisarlo. La noticia coincidió con la. toma del destacamento de Tiwintza por parte peruana, . según fuentes militares de Quito. El presidente Durán-Ballén, manifestó que hay razones para el optimismo y creer que "en las próximas horas" habrá un cese de hostilidades. El mandatario dijo que la última propuesta de paz presentada por los cuatro países mediadores "es aceptable". La propuesta no ha sido por ahora revelada.
La posición ecuatoriana en favor de un alto el fuego, se vio sorprendida cuando esta madrugada, el Gobierno peruano anunciaba, a su vez, un cese de las hostilidades. Él presidente Durán-Ballén decidió convocar con urgencia al Consejo Nacional de Seguridad para analizar la situación.
Anteriormente a estas manifestaciones, el presidente peruano, Alberto Fujimori, prefirió utilizar el lenguaje de guerra y aseguró que sus defensas antiaéreas habían derribado el domingo dos aviones ecuatorianos cuando atacaban el puesto de Cueva de los Ayos, tomado por los peruanos la semana pasada. Ecuador habló simplemente de que uno de sus aviones fue "impactado" por los peruanos cuan do prestaba "apoyo aéreo" a sus tropas y que regresó a su base "sin mayores consecuencias".. Un tercer avión ecuatoriano ha bría sido abatido ayer, según un comunicado militar peruano, ex tremo que fue desmentido por el .propio Durán-Ballén.
Mientras el conflicto armado sigue su curso, ninguna de las cuatro naciones avalistas del Protocolo de Río de Janeiro de 1942 aventura un culpable ante la ausencia de pruebas que permitan el procesamiento del país agresor.
Peruanos y ecuatorianos pueden estar matándose por el oro de la Cordillera del Cóndor, la insensantez y voracidad del extremismo militar, las necesidades de sus gobernantes o por razones aún ocultas. Lo cierto es que el cruento alzamiento amazónico daña a los dos países y parece perjudicar más a Perú, comprometido con una apertura económica poco interesada en sustos.
Popularidad inalterada
Ni Fujimori ni Durán-Ballén acusan políticamente de momento un descenso de popularidad como consecuencia de la guerra. Al contrario, el buen manejo público de la crisis ha permitido al veterano jefe de Estado ecuatoriano remontar un decaimiento que agravaba el crispado curso de la evolución nacional. Meses antes del desencadenamiento de hostilidades, la política de Durán-Ballén y el drenaje de recursos ocasionado por las partidas militares habían fomentado huelgas y protestas, y el presidente se batía a la defensiva zarandeado por turbulencias de diferente signo.
Similar tesitura atraviesa Fujimori. A mes y medio de los comicios generales, los recursos disminuyen y apenas hay espacio para el debate ni para otro candidato que no sea él. Sus adversarios deben refrendar como patriotas las convocatorias de la presidencia de la república a la defensa de la integridad territorial y hacerse a la idea de que la derrota en las urnas es casi segura si no revienta el frente en condiciones desfavorables. Javier Pérez de Cuéllar, su primer rival, también cerró filas y elogió varias de las medidas fundamentales adoptadas por el Ejecutivo.
Fernando Rospigliosi, columnista de Caretas, una revista crítica con Fujimori, desdeña la tesis de que el gobernante azuzó el enfrentamiento en, la cordillera del Cóndor para ganar votos y repetir mandato con una guerra fácil de ganar.
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