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Tribuna
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De aduladores y desventuras

El debate sobre el estado de la nación quiso ser aprovechado para formalizar en sede parlamentaria los acuerdos políticos González-Pujol, dotarlos de un horizonte de validez temporal, y eliminar las interferencias que dañan la recuperación económica, erosionan la moneda nacional, ahuyentan a los inversores extranjeros y encarecen los intereses de la deuda. La diferencia entre la moción conjunta PSOE-CiU y la cuestión de confianza debe ser tan sustancial como imperceptible a juzgar por la resistencia de Pujol al planteamiento de la segunda.Con la que estaba cayendo y más desde diciembre, todo presagiaba el miércoles una faena parlamentaria penosa de Felipe González y unas espléndidas ocasiones de lucimiento para el líder del PP, José María Aznar, tan jaleado por los medios afines. Pero las intervenciones en la tribuna del, pleno del Congreso han roto y casi invertido esas expectativas. Es cierto que se ha probado la voluntad de estabilidad por parte de la mayoría PSOE-CiU, pero su confirmación sigue abandonada con resignación en manos de la justicia, cuyas múltiples vicisitudes procesales son inescrutables. Los éxitos de la lucha contra ETA han tenido muchos, padres pero el caso GAL sigue huérfano, sin que nadie dé un paso al frente para asumir responsabilidades. Se comprende bien que los socialistas no quieran salir por la gatera de la indignidad, y además sería inconveniente, pero resulta inaceptable para evitarlo cualquier ensayo alternativo de una democracia degradada.

Concluido el debate sobre el estado de la nación, las ofertas programáticas del PP continúan en la, nebulosa, mientras los líderes conservadores se contagian del entusiasmo por los desastres que afligen o pueden sobrevenir al país en cualquiera de sus dimensiones. Habiendo alertado sobre esa propensión al triunfalismo de la catástrofe hace 30 años el almirante Luis Carrero Blanco, ¿a qué asesor se le ocurrió eso de "yo no tengo prisa" para ponerlo en boca de Aznar, dando a entender que de los deterioros ineludibles del país sobrevenidos por la continuidad de González en el Gobierno se esperan derivar ventajas políticas personales o partidistas? En cuanto a Julio Anguita, coordinador de IU, acusó excesos pedagógicos y confirmó que está dispuesto a ser la izquierda que le conviene a la derecha", con un programa, programa, programa lleno de ideas que para sí querría el propio parque de bomberos.

En todo caso, la oportunidad parlamentaria permitió comprobar, tanto a propósito del duelo González-Aznar como siguiendo la trayectoria fugaz de algunos jueces -Baltasar Garzón y Ventura Pérez Mariño- por las filas del grupo socialista, la exactitud de las observaciones de Elías Canetti sobre los aduladores apasionados. En su libro La provincia del hombre considera a esta especie la más desgraciada del mundo, porque de vez en cuando les acomete un odio feroz e imprevisible contra la criatura que durante mucho tiempo han estado adulando. En ese trance no son dueños de este odio; por nada del mundo pueden amansarlo; ceden a él como un tigre a su sed de sangre.

Los aduladores, según concluye Canetti y ahora estamos viendo, ofrecen en estos casos un espectáculo sorprendente; porque las palabras de la más ciega adoración que antes tenían para su. víctima, son sustituídas por una serie de dicterios igualmente exagerados. Sin olvidar nada de lo que hubiera podido agradar al anterior destinatario de sus halagos, con enloquecida rabia, recorren la lista entera de sus viejas melifluidades y las traducen justo a la lengua del odio. Así también el debate sobre el estado de la nación ha provocado a los ayatolás de los media, quienes desde las antenas de sus minaretes y desde lo más alto de sus columnas han descargado con furia sobre el propio Aznar porque ha osado desviarse del guión prefabricado por ellos.

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