No hubo ninguna sanción por drogar toros en las dos últimas temporadas
Las sanciones en aplicación del artículo 15 de la ley taurina se limitaron las dos últimas temporadas al afeitado -apartado b-, ya que no se sancionó a ningún ganadero o profesional taurino por drogar a los toros -apartado c-, según los listados oficiales de propuestas de sanción del ministerio de Justicia e Interior. Al igual que ocurre con las astas, fueron muy escasas las muestras que llegaron al laboratorio oficial, sólo unas 10.El problema que encuentran los responsables de los análisis es el mal estado en que suelen llegarles las muestras (por ejemplo, las que les enviaron de la plaza de Albacete, tras la última feria). "Si la sangre, la orina, y los tejidos llegan sin refrigerar, en malas condiciones o sin utilizar los envases obligatorios, de nada sirve que entren en el laboratorio", explica uno de estos profesionales.
Los análisis se hicieron casi a título experimental, "porque, por ejemplo, en el control antidoping en humanos se tardó varios años en acumular la experiencia imprescindible y ahora con los toros ocurre lo mismo", dicen los especialistas, y en ninguno se encontraron sustancias prohibidas, aunque pudieron influir las anomalías indicadas.
Los veterinarios condicionan la seriedad de los análisis y sus resultados a partir de 1995, a que Justicia e Interior cumpla su promesa de incluir en la reforma del, reglamento las importantes modificaciones que han solicitado al respecto.
Por otra parte, a un total de 90 toros se les arreglaron los pitones en el campo durante las tres últimas campañas, en aplicación del artículo 49 del reglamento, que lo autoriza. Este polémico artículo tendrá que desaparecer, ya que un pleno del Senado, en noviembre último, así lo estableció. Si en 1992 (año de entrada en vigor del reglámento Corcuera) y 1993 el artículo se utilizó escasamente, con 12 y 14 toros arreglados, respectivamente; en.1994 se dio una utilización masiva, con 64 casos, una cifra casi cinco veces mayor.
En cuanto a los análisis oficiales de afeitado de reses lidiadas en 1993 y 1994 (ver EL PAÍS del pasado martes), realizados en el laboratorio de Madrid, de 50 ganaderías cuyos toros fueron sometidos a análisis de astas, 45 dieron dictamen de modificadas y cinco el de sin modificar en todas sus reses, lo que significa que estas o no habían sido tocadas o, en caso contrario, cumplían la proporción 1 / 7 macizo / pitón que autoriza el reglamento. Fueron las de María del Carmen Camacho (cinco novillos y un toro), Diego Garrido (dos toros), Montalvo (dos toros), Jódar y Ruchena (un toro) y Joao Moura (un toro).
Babelia
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