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¡Qué, frío tan caliente

Trabajadores de una fábrica de calefacciones hacen huelga porque están helados

Vicente González Olaya

Navalcarnero En casa del herrero, cuchillo de palo. Los 30 trabajadores de Otedisa, empresa ubicada en Navalcarnero (11.150 habitantes) y dedicada a la fabricación de aparatos de aire acondicionado y calefacciones, llevan casi dos meses de huelgas intermitentes porque no soportan los fríos del invierno y los calores del verano entre las paredes de su factoría. Los operarios se quejan de que en el interior de la nave industrial donde trabajan -un almacén de unos 2.000 metros cuadrados- se alcanzan en verano hasta 37 grados, mientras que en invierno la temperatura desciende por debajo de los cero grados. "Tanto en verano como en invierno se está mejor en la calle que dentro de la fábrica" relatan.

Un miembro del comité de empresa lo explica: "La nave fue construida con chapa metálica y en su interior no existe ningún aparato para paliar los rigores del clima. Es una situación absurda. Somos una de las primeras empresas de Europa en cuanto a calidad y cantidad de aparatos de aire acondicionado fabricados. Sin embargo, los operarios nos asamos como pollos todos los veranos. Por el contrario, en invierno no paramos de tiritar. En los meses fríos nos recubrimos con jerséis y camisetas. Apenas podemos movernos por la cantidad de ropa que llevamos encima. De todas formas, las manos se nos congelan porque no podemos trabajar con guantes. Hacemos trabajos que requieren mucha precisión. Muchas veces sacamos las resistencias de los aparatos que fabricamos y las colocamos debajo de las sillas. Pero el calor que se desprende apenas sirve para calentarnos las piernas".

El portavoz sindical continúa: "Llevamos años pidiendo que la empresa mejore nuestras condiciones ambientales. La dirección siempre nos responde que no hay dinero para esto. Para que no tengamos frío nos han dado unos monos guateados. ¡Es increíble!".

Los operarios de Otedisa han hecho ya sus cálculos: "Con una gran estufa de leña en el centro de la nave la temperatura aumentaría varios grados en los días fríos. En verano, por el contrario, con unos pocos de los 1.200 aparatos de aire acondicionado que fabricamos cada mes podríamos aclimatar la empresa. Además, estos aparatos también dan calor, por lo que la dirección podría ahorrarse el coste de la estufa".

Preguntados dónde está el despacho de su director -que no ha respondido a las llamadas de este periódico-, los trabajadores dicen que tiene sus, oficinas en otra localidad. "Hace meses que se trasladó porque aquí pasaba mucho frío". Y se ríen.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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