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Clinton presenta un presupuesto para reducir gastos e impuestos en 1996

Antonio Caño

El presidente norteamericano, Bill Clinton, presentó ayer su propia versión del presupuesto para el próximo año fiscal: "Un presupuesto que corta los gastos, rebaja los impuestos, reduce el déficit y no recorta la educación ni la seguridad social ni las pensiones. Las previsiones del Gobierno incluyen también un ligero aumento de la inflación (3,2%) y del desempleo (5,8%), así como una desaceleración del crecimiento económico, que en 1995 será del 2,4%, casi la mitad que en el año anterior, y en 1996, del 2,5%.

"Este es un presupuesto", dijo el presidente al anunciar su plan, "que continúa reduciendo el déficit sin renunciar a hacer las cosas que creo que el Gobierno tiene que hacer". La respuesta republicana fue inmediata. "Este presupuesto no va suficientemente lejos; pasa de puntillas sobre el déficit", dijo el presidente del comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, John Kasich.Dos filosofías diferentes, dos concepciones de Gobierno se enfrentan en el debate que comienza ahora. Una, la de la mayoría republicana, que quiere acabar totalmente con el déficit para principios del próximo siglo a costa exclusivamente de la reducción del aparato estatal, con los sacrificios que sean necesarios en el área social. Otra, la del Gobierno, que prefiere convivir con el déficit, o reducirlo sólo poco a poco, antes de poner en peligro programas como la seguridad social.

Los republicanos no han dicho todavía cómo cumplirán su objetivo. El presidente sí enseñó ayer sus cartas, que son básicamente las siguientes:

-Un presupuesto total de 1,610 billones de dólares (unos 214 billones de pesetas).

- 63.000 millones de dólares de reducción de impuestos a la clase media.

-144.000 millones de dólares de recortes de gastos del Estado. 26.000 millones de dólares son ahorros directos por la reducción de la burocracia gubernamental, y 6.000 millones proceden de la reducción del presupuesto de Defensa, que queda en 257.800 millones de dólares. El resto del dinero procede de la reducción o la eliminación de casi 300 programas gubernamentales, principalmente en las áreas de energía, transporte y urbanismo.

-Sin cambios en seguridad social y pensiones, que representan aproximadamente la mitad del gasto público. Para reducir gastos en este apartado, el presidente Clinton quiere antes la aprobación de plan de reforma sanitaria que garantice una mayoritaria asistencia en materia de salud.

-El presupuesto de educación es de 47.300 millones de dólares.

-Otros aumentos, de gastos en la lucha contra el crimen y en programas de investigación científica, de formación profesional y del sida.

Sumadas y restadas todas estas cifras, queda un déficit de 196.700 millones de dólares para el año fiscal que abarca este presupuesto (de octubre próximo a octubre de 1996) -un 2,7% del PIB-, y 194.400 millones de dólares para el año 2000. Esto supone una pequeña reducción si se tiene en cuenta, que al ritmo actual, el déficit acumulado en 1997 sería de 213.000 millones de dólares. Esta reducción significa que el déficit quedaría, proporcionalmente, en su nivel más bajo desde 1962, pero eso todavía obligaría a dedicar alrededor del 15% del presupuesto a los intereses de la deuda.

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