Ecuador y Perú piden más tiempo para responder sobre un acuerdo de paz de los países garantes
Ecuador y Perú anunciaron anoche que necesitan más tiempo y ulteriores precisiones antes de pronunciarse sobre la nueva y última propuesta de paz ofrecida por los países
garantes (Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile) para poner fin al conflicto bélico que desde hace ocio días mantienen en su frontera amazónica. Las gestiones de, paz se reanudaron a última hora del viernes en Río de Janeiro ante la voluntad política expresada por los presidentes de Ecuador, Sixto Durán-Ballén, y de Perú, Alberto Fujimori, a su homólogo de Brasil, Fernando Henriques Cardoso.Según una fuente de la delega ción ecuatoriana, "aunque se ha avanzado mucho "continúan las discrepancias de fondo sobre el área que debe ser desmilitarizada y el momento en que deben par ticipar los garantes. El presiden te brasileño conversó telefónica mente con los mandatarios de los países en guerra y les instó a buscar la conciliación. Durán Ballén y Fujimori manifestaron su "voluntad política de hacerlo", dijo anoche un portavoz oficial carioca. Las negociaciones se reanudaron sin límite de tiempo. Inicialmente, los Gobiernos media dores habían dado a Lima y Quito un plazo de seis horas para responder. El plazo venció a me dia tarde de ayer sin que ninguna de las dos partes se pronunciara.
Entre los países garantes existía a primera hora de ayer "mucho optimismo", según manifestaron fuentes diplomáticas brasileñas, aunque admitieron que las deliberaciones pueden abrirse de nuevo y de forma indefinida para hacer algunos ajustes al documento. Los términos del proyecto de acuerdo relacionados con la desmilitarización y su procedimiento, no fueron precisados por ninguna de las delegaciones participantes en la negociación.
Los cuatro países garantes del Protocolo de Río de Janeiro, tratado de límites fronterizos firmado en 1942 por Perú y Ecuador, se hallan reunidos en la ciudad brasileña desde el martes.
Los dos presidentes tienen en sus manos un proyecto que de recibir su aprobación pondría fin a una extraña guerra iniciada hace ocho días. Lima asegura que 11 peruanos y 43 ecuatorianos han muerto hasta ahora en el conflicto; Quito sostiene que las víctimas mortales han sido 33, de las cuales 28 son del bando rival. El territorio en disputa está en, la Cordillera del Cóndor, tiene unos 348 kilómetros cuadrados y es selva virgen a unos mil metros sobre el nivel del mar. La zona es una de las más ricas en oro del mundo.
El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Guido di Tella, manifestó desde Buenos Aires que las negociaciones atraviesan por "grandes dificultades" por lo que las esperanzas de un acuerdo "son muy limitadas y no somos nada optimistas". Di Tella agregó que "el imperativo de parar los combates no se está cumpliendo", y afirmó que el recrudecimiento del. conflicto "es indignante para toda la región". Quizá debido a ese pesimismo diplomático, el presidente de Argentina, Carlos Menem, anunció ayer que pedirá a su homólogo de Estados Unidos, Bill Clinton, que asuma una. "participación más activa" en las gestiones negociadoras.
Di Tella dijo ayer que si la última oferta de paz es rechazada se recurrirá al foro de la Organización de Estados Americanos (OEA). "En caso de fracasar las negociaciones de paz de los representantes diplomáticos de los cuatro países, el tema deberá pasar a otras instancias, como puede ser la OEA o el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", afirmó el ministro argentino.
Presiones de Clinton
A los esfuerzos diplomáticos se han unido otras presiones para que las dos naciones andinas firmen la paz, entre ellas las del presidente Clinton, quien solicitó por escrito a los dos mandatarios que pusieran fin a las hostilidades. El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, instó a los presidentes de los dos países en guerra a encontrar una solución pacífica.
Mientras, la realidad es que la guerra continúa. Según fuentes peruanas, sus tropas prosiguen combatiendo en la Cordillera del Cóndor para desalojar a un millar de soldados ecuatorianos atrincherados en el frente de Tiwintza, que consideran es el último bastión de su resistencia. El ministro de Defensa ecuatoriano, general José Gallardo, rechazó aquellas informaciones procedentes de Perú sobre la evolución del conflicto.
Por otro lado, la Armada peruana desmintió una información de la prensa limeña, según la cual varios buques de la Marina se habían desplazado a aguas internacionales frente al puerto ecuatoriano de Guayaquil.
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