La avenida de la Complutense se abre al tráfico después de tres años

Los capitulos de las obras de la Universidad Complutense empiezan a llegar al final. Ayer se dio el primer paso de lo que se prevé que sea un curso lleno de inauguraciones: la Avenida de la Complutense, cerrada durante tres años y medio por las obras, se volvió a abrir al tráfico. Los peatones tendrán que esperar un mes más. Las aceras no están terminadas todavía. Los partidarios de la bicicleta contarán a partir de mayo con un carril bici.Ayer, además de los coches, ya circularon por esta avenida los autobuses que atraviesan la Ciudad Universitaria.

Las obras que originaron el cierre son, por una parte, la construcción de un nuevo vestíbulo para la parada de metro de Ciudad Universitaria y de un aparcamiento subterráneo de cinco plantas y, por otra, la reforma de la plaza de Ramón y Cajal.

El nuevo vestíbulo, cuya inauguración se prevé para marzo, será el segundo más grande de la red de metro. El aparcamiento, con 2.000 plazas, también será inaugurado a lo largo de este curso.

La ampliación de la línea 10 de metro, otra de las obras que han torturado a los alumnos, podrá ser disfrutada por los cerca de 80.000 estudiantes que utilizan este medio de transporte para ir a la Universidad en mayo, según Isidoro Carretero, uno de los responsables de la Comunidad para estas obras, que cuestan 5.000 millones de pesetas.