La ministra del Gobierno catalán frustra la expectativa de renovación en la Generalitat

La esperada renovación del Gobierno catalán se ha quedado en un simple relevo en dos consejerías en Justicia, Antoni Isac es sustituido por Núria de Gispert, de 45 años, y en Gobernación, Maria Eugénia Cuenca da paso a Xavier Pomés, de 46. Las expectativas creadas por Jordi Pujol en noviembre, cuando anunció un profundo relevo generacional en Convergència Democrática y en la Generalitat se han frustrado. Ni los escándalos del otoño han, tenido repercusiones, una vez que Pujol decidió hace 15 días ratificar al titular de Economía, el controvertido Maciá Alavedra, que se había convertido en la piedra de toque de la renovación.

Alavedra había presentado la dimisión a Pujol al producirse la detención del financiero Javier de la Rosa y la condena por estafa de Jordi Planasdemunt, uno de sus subordinados. Pero Pujol es fiel a su máxima de que la crisis no se la hace ni la prensa ni la oposición. Ni siquiera los jueces.Los supuestos casos de corrupción sólo se han cobrado una víctima: Josep Maria Cullell, consejero de Política Territorial que dimitió después de que se publicaran las transcripciones de varias, conversaciones telefónicas suyas en las que aparecía como presunto protagonista de un tráfico de influencias en favor de un negocio inmobiliario de su cuñado en el que la intervención de la Administración autonómica era determinante.

Una comisión parlamentaria encargada de investigar este asunto inicia hoy sus actividades. Otro miembro del Gobierno afectado por escándalos, el titular de Industria, Antoni Subirá, investigado por la justicia por un presunto caso de cohecho, sigue en el cargo.

Antoni Isac, de 44 años, militante de Unió, Democrática (UDC), deja Justicia. Su despido estaba cantado desde que hace unos meses anuncié que dimitía porque Pujol le obligó a retirar un proyecto de ley. Le sustituye la abogada Núria de Gispert, también militante de Unió, que ocupó en el pasado la secretaría general de este departamento, feudo de los democristianos. Su nombramiento permite mantener la pequeña cuota femenina en el Gabinete, inaugurada por Maria Eugènia Cuenca en diciembre de 1992, cuando se hizo cargo de Gobernación.

Maria Eugénia Cuenca, de 47 años, no ha logrado salvar la cabeza pese a la labor llevada a cabo en la exitosa negociación con el Gobierno para desplegar los Mossos d'Esquadra como sustitutos de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía en labores de seguridad ciudadana. Contra ella han pesado los devastadores incendios forestales del verano, que dieron lugar a que la oposición y alcaldes de distinto color político criticaran la ineficacia' de los bomberos.

El nuevo consejero de Gobernación es el médico Xavier Pomés, que era. director general de Seguridad Ciudadana desde septiembre de 1993 y antes fue gerente del Instituto Catalán de la Salud (el Insalud catalán)'. Pomés forma parte, al igual que el sustituto de Cullell en Política Territorial, Jaume Roma, de la cuadra del consejero de Sanidad, Xavier Trias, una de las personas con más prestigio en el equipo de Pujol. Pomés y Roma han hecho carrera en el departamento de Trias, lo que a los ojos de Pujol les otorga el calificativo de gestores públicos eficaces.

Relevo en la televisión

La minicrisis ha servido también para proceder al relevo del director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, de quien dependen las emisoras institucionales de radio y las dos cadenas de la televisión autonómica. La salida a petición propia de Joan Granados ha venido acompañada de grandes elogios a su labor por parte de la oposición. Pero el nombre de su sustituto, Jordi Vilajoana, ha levantado una ola de protestas, incluso de los socialistas, prudentemente callados desde que Pujol les recordó que el Gobierno de Felipe González pende del hilo que sostiene CiU.

Vilajoana, militante de Convergència desde 1978, de cuyo consejo nacional forma parte, ha sido responsable de publicidad en las campañas electorales de Convergéncia i Unió desde 1979. Esta circunstancia, dada la proximidad de elecciones municipales y autonómicas, ha desatado las críticas de la oposición, que teme que Vilajoana ponga los medios de comunicación institucionales al servicio de los intereses electorales de CiU. Los socialistas se preguntan qué ocurriría si al frente de RTVE se pusiera a un publicitario que hubiera trabajado como político para las campañas electorales del PSOE.