Escultura con canapés

Pablo Población, gerente del Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones, lo tiene claro: "Pagamos cinco millones y medio por ella y hay que sacarle rentabilidad". Por eso no duda en adornar la obra de Jorge Castillo Paseo entre dos árboles con mesas repletas con bandejas de canapés. Tal cosa sucedió el miércoles, con una entrega de premios de la revista Nuevo Estilo; y el jueves, con una fiesta de la empresa Ford. "Además, no hay peligro alguno para la escultura, que es de un tipo de acero muy sólido", asegura. Eso pudieron comprobar el jueves dos periodistas de EL PAÍS.No obstante, la utilización de la escultura -un enorme mamotreto de 30 metros de largo, 15 de ancho, 9 de alto y 3.000 kilogramos de peso- como motivo de decoración en ágapes no parece haber complacido a su autor. En un comunicado hecho público el jueves, el artista gallego José María Burriel denunciaba "el trato de agresión" que sufre la obra. Los motivos de esa agresión son, a su entender, "la intromisión de la escultura en otros actos también programados en el palacio". Población rechaza las acusaciones: "Castillo estaba al corriente de los actos y no dijo nada y las fiestas se programan por la noche, fuera de las horas de visita".