De las crisis, enseñanza y provecho
El manifiesto firmado ayer por CC OO, UGT y la CEOE a nadie perjudica y beneficia a todos. A Gobierno, a oposición, a patronal y a sindicatos. No importa tanto el contenido como el propio documento. Lo que importa es que, por primera vez, los agentes sociales irrumpen en el gallinero político para pedir paz social.En determinados círculos de CEOE -léase empresarios catalanes, léase también personas, muy cercanas al actual presidente- hubo dos elementos que inclinaron la balanza hacia esa toma de postura por la cuestión económica de Estado.
En plena vorágine política Cuevas se entrevista con Aznar. Primera página en los periódicos. ¿Los empresarios apoyan la política de acoso al Gobierno en el caso del GAL? No está tan claro. Y, desde luego, no todos. Hay algunos que creen que la CEOE no debe implicarse en estos temas. Hay muchos que piensan que lo político está provocando un deterioro económico que no favorece a una economía que repunta.
La patronal catalana tiene ya una larga tradición. En política, lo justo. En economía, lo, que haga falta. Y de las crisis políticas, enseñanza y provecho. Un clima de enfrentamientos también en lo social no beneficia ni a la derecha ni a la izquierda. Y, menos que a nadie, a ellos.
El segundo elemento es anecdótico. Pero ¿qué es lo que no es anecdótico en esta vida? Aznar se reúne con los empresarios catalanes. Seguramente Aznar tendrá claro en el futuro que los chistes son para Chiquito de la Calzada. Los que él cuenta, para romper el hielo, son chistes sobre catalanes que escuchan catalanes. Y no gustan.
En el caso de los sindicatos la historia es otra. Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, no es Marcelino Camacho y sus ambiciones, si van por la política, no pasan por IU. Gutiérrez ha sido el hombre que ha roto, sin escándalos, la correa que le unía al PCE. Y que -bien es verdad que ayudado por la terrible herencia que ha recogido Cándido Méndez- ha conseguido el liderazgo sindical. Su estrategia ya no va por el mismo camino que la de Julio Anguita. Y Méndez, con un sindicato incontrolable, necesita gestos que le hagan ganar el prestigio que ha ido dejando como secretario general de una UGT marcada por los escándalos.
En este contexto, las organizaciones sociales han asumido un papel moderador. En la estrategia de los sindicatos está la de aguantar a un gobierno débil en la idea de que, en el peor de los casos, es preferible retrasar lo más posible un gobierno de derechas. Los empresarios han optado también por la moderación. Porque la moderación ayudará a recuperar la economía y a que Aznar llegue, sin sobresaltos, al poder.
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