La lepra existe, se cura y sólo depende de su detección precoz
Siete millones de personas en todo el mundo, de ellas 3.000 españoles, padecen lepra. Pero esta enfermedad infecciosa, estigmatizada y condenada al aislamiento durante siglos, hoy "puede curarse y sólo depende de una rápida detección". Este es el mensaje difundido en España por la Fundación Damián Fontiles, con motivo de la Jornada Mundial contra la Lepra celebrada ayer.Es una de las enfermedades conocidas mas antiguas. Su foco de orígen se sitúa en el sureste asiático en el siglo VI a.de C. y de allí se extendió a lo largo de los siglos al resto del planeta. Se trata de una infección crónica con un largo periodo de incubación sin síntomas, hasta diez años, porque los bacilos causantes se reproducen muy lentamente.
La lepra ataca a la piel y a los nervios, lo que provoca al enfermo una anestesia que le impide sentir dolor. Aparecen progresivamente parálisis musculares que pueden llevar a mutilaciones graves.
A pesar de que hasta el siglo XX el único medio para evitar la propagación de la lepra era aislar totalmente a los enfermos en las famosas leproserías -en la Edad Media había unas 20.000 en Europa-, hoy se sabe que solo un tipo de esta patología, la forma lepromatosa, es contagiosa. En países de África se ha demostrado que sólo un 5% de los. enfermos pueden transmitir la enfermedad. No tiene carácter hereditario y el contagio puede evitarse con medidas higiénicas y de hábitos de vida. A partir del siglo XVII la lepra empieza a desaparecer del territorio europeo y en el siglo XX apenas subsisten dos focos en Noruega y España.
José Terencio, director del Sanatorio San Francisco de Borja de Fontiles (Valencia), especializado en el tratamiento de la lepra, explica que el principal problema que aún afronta esta enfermedad es el rechazo que sigue provocando en la sociedad, al tiempo que aboga por la información como vehículo para la integración social de los enfermos.
20 casos anuales
Desde finales de la década de los 80, la medicina cuenta con una terapia a base de la combinación de tres medicamentos que está logrando una reducción drástica en el número de afectados. Reduce también el riesgo de que el bacilo se vuelva resistente a los fármacos y acorta el periodo potencial de transmisión a otras personas. El tratamiento dura seis meses, mas dos o cinco años de seguimiento médico del paciente, según los casos.
En España se suelen detectar cada año de 15 a 20 casos nuevos, cuyo control y tratamiento ya no reviste especial dramatismo, gracias a la detección precoz de la enfermedad. Actualmente se calcula que unos 1.200 se escuentran en proceso de curación. Otros 700, en vigilancia y unos 250, con malformaciones como consecuencia de haber padecido la infección. El objetivo de los especialistas en esta enfermedad que colaboran con Damian Fontiles es poder erradicarla en todo el territorio nacional en el, año 2000 y conseguir tratamiento para todos aquéllos que la pedecen. Una terapia completa para estos pacientes ronda las 5.000 pesetas.
"Todavía no se ha encontrado una vacuna eficaz contra la lepra", señala Terencio, "pero se sigue trabajando en ello. Esta enfermedad no es ni un castigo ni una maldición, por lo que la sociedad debe ser generosa con quienes la padecen".
Como ha sucedido con otras enfermedades, los países ricos de Occidente van erradicándola. Pero no sucede lo mismo con el Tercer Mundo. En África y Madagascar se encuentra la tasa más elevada de enfermos por cada 1.000 habitantes (hasta cuatro o cinco por mil). En América latina se calcula medio millón de enfermos; más de dos millones en la India, una tercera parte de los leprosos del mundo; en China se calcula que hay unos 100.000 afectados.
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