Fini dice que la fundación de Alianza Nacional marca el fin de la posguerra

"Tenemos la ambición de ayudar a Italia a entrar en el año 2000 sin odios, en un siglo XXI que deje al juicio de la historia las ideologías, las pasiones y los sectarismos del siglo precedente. Hoy concluye, de hecho, la larga e interminable posguerra en Italia", dijo ayer Gianfranco Fini, el líder de Alianza Nacional (AN), al inaugurar el congreso fundacional de su partido. Entre el público había una delegación del Partido Democrático de la Izquierda (PDS, ex comunistas) dirigida por Mauro Zani, ex jefe partisano, cuya entrada en la sala fue aplaudida.

Grandes protestas acompañaron en cambio la entrada de Rocco Buttiglione, líder del Partido Popular Italiano (PPI), ex democristiano, al que los más de 2000 congresistas apenas si dejaron hablar cuando trató de explicar por qué el PPI seguirá en el centro mientras no se definan las reglas que regirán la alternancia en el Gobierno de la izquierda y la derecha. "Nuestra opción", añadió Buttiglione, "es alternativa a la izquierda".

Fini intervino personalmente para pedir un aplauso "de respeto" al líder del PPI.

También hubo pitos para el ex ministro del Interior, Roberto Maroni, que en el congreso que se celebrará dentro de dos semanas disputará la dirección de la Liga Norte a Umberto Bossi con la intención de que el movimiento vuelva al centro-derecha.

Se aplaudió a todos los demás invitados, como al ex presidente de la República Francesco Cossiga o a algunos tránsfugas de la Liga, y a los aliados en el llamado Polo de la Libertad, especialmente a Silvio Berlusconi, aun que la mayor ovación se la llevó el ex radical Marco Pannella.

El nuevo emblema

Un juego de rayos láser señaló el inicio de la sesión con la proyección del nuevo emblema del partido, blanco y azul salvo en la parte inferior, donde siguen figurando, inscritas en un círculo, las siglas del Movimiento Social Italiano (MSI), disuelto la víspera, y la llama con los tres colores de la bandera italiana.

Sonaba el himno de AN, titulado Libertad. En un ambiente donde las tensiones de la jornada anterior parecían disueltas, Fini trató de recuperar el favor de sus seguidores destacando el carácter "popular, nacional y social" del nuevo partido. "Nuestro primer objetivo es el derecho al trabajo", dijo.

Estructurado sobre pocas ideas, el discurso de Fini fue la imagen de la moderación misma y pasó de puntillas sobre la salida del polo del Gobierno, como consecuencia de la traición de la Liga. "Será sólo un breve paréntesis", dijo Fini.

En la misma línea se expresó Berlusconi mediante un discurso leído, en el que no reiteró que el Parlamento esté deslegitimado y sólo aludió veladamente a la polémica que le enfrenta con el presidente de la República. Oscar L.uis Sealfaro. Este niega haberse comprometido jamás a que se celebren elecciones en junio, como Berlusconi asegura.

El ex presidente del Gobierno glosó a Fini para decir que, en el nuevo panorama político italiano, las relaciones de la derecha con la izquierda "ya no son de enemigos, sino de adversarios civilizados", y se mostró confiado en que "se respete el compromiso honorable de volver a las urnas el próximo junio".

El congreso fundacional de AN concluirá hoy con la elección de la nueva dirección. Fini asumirá el cargo de presidente y no el de secretario general, ya que los estatutos lo prevén así para destacar el carácter presidencia- lista del sistema político que AN promueve para Italia.