Serra defiende que el Estado de bienestar europeo es un elemento de cohesión necesario para competir

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, hizo ayer una ardiente defensa del Estado de bienestar ante un grupo de empresarios reunidos en el foro económico de Davos (Suiza). Serra aseguró que no había percibido preocupación por la situación española entre los asistentes y que, incluso, le habían transmitido quejas por considerar que la peseta está infravalorada. Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, defendió también en Davos la buena salud de la economía y se reunió con el presidente de Volkswagen, a quien le pidió que potencie la fábrica de Seat en Martorell.En un momento en el que toda Europa se plantea la necesidad de reducir el Estado de bienestar por la creciente carga que supone en las cuentas públicas, Narcís Serra apoyó ayer en Davos la supervivencia de éste sistema. "Una sociedad cohesionada es una sociedad más eficiente", dijo. Para Serra la competitividad de un país depende de la inversión efectuada en la educación, formación y tecnología: "Ese es el camino del progreso".

Serra puso como ejemplo el caso de España. Un país que, según dijo, "necesita la cohesión que le da un sistema de bienestar social". Sin éste, explicó, no hubiera sido posible "soportar los últimos años de crisis aguda". Años en los que, con todo, el Gobierno se ha visto obligado a recortar algunas prestaciones sociales para aligerar su carga en los presupuestos además de poner en marcha la reforma laboral. Serra insistió: "Estoy en contra de los que dicen, que hay que reducir salarios y las prestaciones sociales para competir".

Al término de la conferencia Serra aseguró que no había percibido entre los asistentes al foro preocupación por la situación española. "Entre los empresarios internacionales se tiene la idea de que la economía española no sólo está en crecimiento sino que es muy competitiva, lo que acabará reflejándose en los rnercados". El vicepresidente dijo que incluso algunos de los empresarios extranjeros le habían comentado que la peseta está infravalorada, lo que resta competitividad a los productos que exportan a España.

Entrevista con Piëch

Es precisamente el tipo de cambio de la peseta, además de la recuperación económica, uno de los argumentos utilizados ayer por Jordi Pujol para tratar de convencer a Ferdinand Piëch, presidente de Volkswagen, de la oportunidad de potenciar la fábrica de Seat, filial del grupo alemán, en Martorell. La idea del presidente catalán es que ésta se convierta en una de las plantas punteras de Europa.

Pujol, que ha acudido a Davos para lanzar un mensaje de confianza a los inversores, intentó persuadir a Piëch de que la conflictividad laboral de Seat remitirá. En el último mes, los trabajadores han realizado sucesivas huelgas en protesta por la ampliación del expediente de regulación de empleo. Pujol aprovechó para hacer un llamamiento a la calma a los empleados y dijo estar confiado en que el resultado de las recientes elecciones sindicales sirva para aclarar la situación y facilitar la negociación.

En una conferencia paralela, el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, coincidió con la visión de Serra de que un elemento fundamental que une a Europa es la solidaridad y defendió mantener la estructura social europea. Santer identificó otros elementos que fuerzan a los Quince a trabajar por una Europa fuerte: la lucha contra el desempleo, la reducción del déficit de las administraciones públicas, el desarrollo de las infraestructuras y la credibilidad de una moneda común.