México va a obtener del FMI un crédito de 7.600 millones de dólares, según Michel Camdessus
El Gobierno mexicano recibió ayer un nuevo impulso a sus intentos por recuperar la confianza de los inversores internacionales. El secretario (ministro) de Hacienda, Guillermo Ortiz, y el gobernador del Banco de México, Miguel Mancera, suscribieron una carta de intenciones para solicitar un préstamo de 7.575 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya primera reacción fue positiva.Al mismo tiempo, la 25ª reunión del World Economic Forum en Davos (Suiza) se inició ayer centrada en la crisis del peso mexicano, la coordinación monetaria, el escaso impacto del crecimiento en el empleo y la crisis chechena.
Aunque ningún representante del FMI estuvo presente en la firma de la petición del crédito por parte de México, de inmediato, su director general, Michel Camdessus, se mostró confiado en que las ayudas serán aprobadas "como señal de confianza en el programa de estabilización del presidente, Ernesto Zedillo". El paquete financiero, que duplica los 3.500 millones que se estaban negociando, es uno de los mas cuantiosos que el FMI ha otorgado a cualquier país de America Latina. Pero la concesión de los préstamos exigen serios sacrificios para el Ejecutivo mexicano, que tendrá que consultar con el FMI las medidas adecuadas para desarrollar el plan de austeridad.La Administración de Zedillo pretende reducir el déficit por cuenta corriente, que origino en diciembre la devaluación del peso mexicano, en un 50% en 1995 hasta situarlo alrededor del 4,3% del Producto Interior Bruto (PIB). Otros objetivos son que la inflación no supere el 20% a final de año y que el crecimiento de la economía alcance el 1,5% en 1995.
Estas metas demandan una serie de medidas en línea con las exigencias del FMI, aunque Ortiz dijo que el plan responde a la iniciativa del Gobierno mexicano. Los salarios crecerán en el mejor de los casos el 10%, la mitad que la inflación, el Estado reducirá su gasto público en un 1,3% sin "afectar a los programas sociales" y se emprenderá además "un programa de privatizaciones en los sectores de puertos, aeropuertos y petroquímicas. Los fondos del FMI estarán a disposición del Gobierno mexicano durante 18 meses.
World Economic Forum
La reforma de las instituciones internacionales creadas tras la II Guerra Mundial (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Naciones Unidas) es necesaria para enfrentarse mejor a los retos que plantea la globalización de la economía. Bill Clinton, presidente de Estados Unidos, inauguró ayer con esta propuesta la 25ª reunión del World Economic Forum en Davos (Suiza).
La interdependencia del crecimiento y el rápido y "a veces despiadado" funcionamiento de los mercados durante 24 horas hacen "más urgente que nunca", dijo Clinton, la reforma de las instituciones que se crearon después de la II Guerra Mundial. Clinton puso como ejemplo de esta interdependencia la crisis de México que afecta a los mercados emergentes en los países en desarrollo y a EE UU por ser el, principal socio comercial del país latinoamericano. "Tenemos que ser capaces de dar respuesta a este tipo de situaciones", dijo el presidente ante varios jefes de Estado, ministros, profesores y responsables de empresas y multinacionales que, según el organizador de la reunión, Kluas Schwab, facturan unos 300.000 millones de dólares.
Clinton puso a su país como ejemplo del "crecimiento sostenido" e invitó al resto de países a seguir el mismo camino. "Hemos creado seis millones de empleos en dos años, la inflación está en el 2,7%, hemos reducido el déficit fiscal y las exportaciones han crecido ininterrumpidamente".
La conferencia del World Economic Forum pretende precisamente identificar los retos que acechan al mundo más allá del crecimiento económico. El impacto que la salvaje depreciación del peso -un 50%- está teniendo en los mercados emergentes de Asia y Latinoamérica es uno de los desafíos que será ampliamente debatido. La mejora de la coordinación monetaria para evitar distorsiones en el comercio o en el propio crecimiento de las economías será otra de las cuestiones. También se debatirá la es casa creación de empleo en esta nueva etapa.
En el 25º aniversario de este foro, se dan cita, como cada año, unos 900 líderes políticos y económicos que, aprovechando el ambiente más relajado de esta lujosa estación de esquí, estrechan relaciones o hacen negocios. Todos ellos han pagado 21.800 francos suizos (2.300.000 pesetas) de cuota más los gastos de participación para poder asistir a la reunión. En los últimos años han arreciado las críticas a los organizadores por la escasa concreción de los debates y el exceso de grandes discursos. En esta ocasión los organizadores están intentando poner más énfasis en las cuestiones económicas y evitar que la atención la acaparen los temas políticos.
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