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Acuerdo tardío para realojar a Celsa

Dos años de retraso y un coste adicional de 200 millones de pesetas por la demora. Eso es lo que ha costado que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid se pongan de acuerdo, para terminar las 96 casetas destinadas a realojar a los chabolistas de La Celsa. Hoy, los responsables de la vivienda de ambas instituciones pisarán el poblado para celebrar que, por fin, han llegado a un consenso.

En un mes, ésta es la tercera visita ilustre que reciben los chabolistas. El 13 de diciembre fueron los Reyes, acompañados de la plana mayor municipal y regional quienes acudieron a la barriada. Días después, ya de incógnito, se presentó el Defensor del Pueblo, Fernando Álvarez de Miranda. Unos y otros se ofrecieron a interceder para qué los trabajos de las casas bajas concluyeran.

La edificación de estas casetas, con pinta de bunkers, quedó parada en 1992 por la suspensión de pagos de la constructora. La Celsa, el poblado chabolista más antiguo de la ciudad, es un importante punto de venta de droga, aunque el trapicheo ha descendido.

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